«Fueron varios días antes, incluso semanas», dijo a Télam una fuente de la investigación que además explicó que la presencia de los amigos de los atacantes cerca de la esquina de Juncal y Uruguay se habría reconstruido a través del análisis del impacto de la señal de sus teléfonos celulares en las antenas de la zona y por mensajes que se enviaron entre ellos.
Los «copitos» -nombre con el que se los bautizó luego de que en televisión se indicara que se dedicaban a la venta de copos de nieve- son hasta ahora testigos de la pesquisa y entregaron sus teléfonos celulares de manera voluntaria, por lo que los peritajes que se están llevando a cabo intentan determinar si hay elementos borrados que podrían servir a la investigación.
La noche del viernes pasado, Uliarte protagonizó junto a cinco de sus supuestos compañeros de trabajo ambulante una entrevista televisiva en la que todos afirmaron que estaban bajo amenaza: ella los había contactado a las 5 de la mañana de aquel día porque estaba asustada, y finalmente se encontraron cerca de las 13, según relataron ante la Justicia.
¿Dónde había estado la ahora detenida Uliarte? En las últimas horas la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo le tomaron declaración testimonial a un exnovio de la imputada, identificado por las fuentes como Lucas Ocampo, quien dijo que ella lo llamó para ir a su casa y que, a pesar de que él la rechazó, se le presentó igual.
Además del testimonio, el exnovio aportó a la investigación una bolsa blanca que Uliarte, que se identificó en un momento como «Ambar», dejó en su casa: pareciera ser la misma con la que la imputada fue identificada cuando se retiraba de la escena del hecho mientras detenían a Sabag Montiel, por lo que la Justicia dispuso que se le realizara un peritaje para determinar si allí fue transportada el arma.
La detención de Uliarte se produjo el último domingo por la noche en la estación Palermo del Ferrocarril San Martín, después de que los investigadores detectaran que había ido con el atacante hasta la casa de la Vicepresidenta, uno de los elementos que engrosó la hipótesis de que habría participado en la preparación del atentado.
Fue tras su detención que «los copitos» se presentaron en una sede de la Policía Federal Argentina para ponerse a disposición de la Justicia.
En las últimas horas, los investigadores detectaron una serie de comunicaciones entre Uliarte y «los copitos», en los momentos previos a la detención de ella, que resultaron llamativos: se trata de mensajes en los que ellos le recomiendan comunicarse por la red social Faceebok a través de perfiles falsos.
De todos esos elementos, que están en manos de la Justicia, surge que Nicolás Gabriel Carrizo, el joven que se mostró como vocero durante la entrevista en Telefe, sería el líder del grupo.
«Fue una estrategia de ellos presentarse como testigos y, como podían aportar elementos útiles se les recibió testimonio. Pero nada impide que se los investigue y, eventualmente se los impute, si la Justicia considera que tuvieron alguna vinculación con el hecho investigado», sostuvo una fuentes del caso.
Por otro lado, el miércoles por la noche, la jueza federal Capuchetti y el fiscal Rívolo volvieron a allanar el monoambiente que alquilaba Sabag Montiel en San Martín y otros domicilios investigados en la causa y, entre otros elementos, secuestraron 6 baterías de teléfono celular, carcasas de teléfonos y elementos descartables, según pudo reconstruir Télam.
En las últimas horas, además, la Justicia recibió un video de la noche del 28 de agosto, cuatro días antes del atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, donde se ve a un hombre que, apartado de la escena, parece observar cómo se mueve la expresidenta entre los militantes que se habían acercado a manifestarle su apoyo.
El hombre, ubicado detrás de los militantes que buscan aproximarse a la exmandataria, sería Fernando Sabag Montiel quien, cuatro días más tarde, intentaría asesinar a la Vicepresidenta disparándole con un arma a la frente, según los investigadores.
El video forma parte de la prueba de la causa y abonaría la hipótesis de que el atacante realizó tareas de inteligencia previas al intento de magnicidio, hechos por los cuales se encuentra preso desde el 1 de septiembre.
La agencia Télam detalló el miércoles que esa hipótesis se había robustecido en las últimas horas a partir de la aparición de una decena de imágenes del carrito de copos de nieve en inmediaciones de la vivienda de la Vicepresidenta en los días previos al ataque.