El capitán de la Selección argentina, Lionel Messi, reconoció que, de no haber logrado el campeonato en el Mundial Qatar 2022, no seguiría representando a la “Albiceleste”.
“Si no hubiera sido campeón del mundo, yo no estaría más en la Selección”, expresó Messi, que será presentado en los próximos días en Inter Miami de la MLS.
“Todo el Mundial lo disfruté como no me había pasado anteriormente porque sabía que podía ser el último. Si no hubiera sido campeón del mundo, yo no estaría más en la Selección. Ahora no puedo dejarlo, tengo que disfrutar de todo esto”, manifestó en diálogo con e la TV Pública.
”Lo disfrutaba, tenía una confianza y una tranquilidad enorme. Después de todo lo que habíamos pasado como haber empezado perdiendo, o el partido con Holanda o ir a la prórroga teniéndolo casi ganado con Francia, después de jugar como jugamos el alargue, estaba muy tranquilo incluso cuando nos empataron, sabía que iba a ser nuestra. Sabía que íbamos a ser campeones, lo sentía”, aseguró.
Messi dejó en claro que para él “la Selección es lo máximo” y agregó: “Lo dejé demostrado a lo largo de mi carrera lo que sentía; hubo épocas que fueron muy malas para mí, porque era mi mejor momento en el Barcelona porque ganábamos todos, pero iba a la Selección y sufría mucho”.
“Siempre intenté lo que se me dio al final, pero nunca dejé de tener ese sueño que gracias a Dios terminó llegando. La Selección es algo que disfruté y disfruto más allá de muchísimas amarguras que me tocó pasar, es muy especial”, destacó.
Sobre su presencia en la Selección, dijo: “Sinceramente, ni yo sé hasta cuándo voy a jugar en la Selección. Va a pasar cuando tenga que pasar. Después de haber conseguido todo en este último tiempo, lo único que queda es disfrutar y que el tiempo dirá cuándo es el momento”.
Y aclaró: “Por lógica y por edad, seguramente sea en poco tiempo, pero no lo sé exactamente. Solo pienso en el día a día y disfrutar de todo esto lindo que estamos viviendo. Ahora que tuvimos la suerte de ser campeones del mundo y de América, quiero disfrutar”.
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“Siempre intenté manejarme muy normal, hacer cosas sencillas con mi familia, ir a buscar a mis hijos al colegio… La mayor parte de ser conocido es hermosa porque recibo mucho cariño, pero algunas veces me gustaría pasar desapercibido. Es más fácil ser yo mismo y no tener que estar actuando, porque tendría que hacerlo todo el tiempo”.
“A Molina lo vi que siguió la carrera y entendía que en ese momento lo más normal era dar el pase al costado, por eso me pareció oportuno intentar que le llegue porque creía que toda la defensa estaba esperando otra cosa. No lo escuché, lo vi”.
“No soy de hacer asado, no me gusta, pero uno o dos hice en París cuando estaba solo y no me quedaba otra. Me gusta más acompañar que hacer”.
“Lo mismo que me llevó a conseguir lo que conseguí a nivel grupal como personal es la mentalidad, la constancia, el esfuerzo, el sacrificio y querer siempre más. Desde chiquito siempre fui así, muy responsable y seguro con lo que quería. Siempre di el máximo para conseguir lo máximo, aunque a veces no se dio. Siempre me enfoqué con esa mentalidad y esas ganas de querer seguir superándome día a día. También tuve la gran suerte de que las lesiones me respetaron muchísimo”.
“Con Rodri (De Paul) desde el primer momento tuvimos un feeling especial, una relación muy linda. Él me ayudó muchísimo a mí también porque me tocó llegar cuando se desarma la anterior camada y ya no había ninguno; estuve los primeros partidos sin ir a la Selección y si bien había algunos chicos que conocía, no tenía confianza y él me ayudó a integrarme al grupo. Eran chicos que venían de otro proceso, que habían jugado juntos. Desde el primer entrenamiento que compartimos, sin buscarlo se dio una gran relación”.
“Yo sentí que todos los chicos querían verme salir campeón a mí, pero no es que antes no pasaba porque no fue así; llegamos a muchas finales y disfruté muchísimo porque también era un grupo muy sano que disfrutaba muchísimo. Antes del Mundial dije que veía muchas similitudes, pero en este grupo sentí que estos chicos habían crecido viéndome jugar y es algo hermoso”.
“La carta de Enzo fue impresionante; cuando me enteré, hizo que viera cómo lo sentían ellos y estoy agradecido por todas esas muestras de cariño”.
“El momento que hace el gol Montiel es inexplicable por ser campeón del mundo y lo que significaba para mí conseguir ese título. Por todo lo que me tocó pasar, por todo lo que sufrí los malos resultados, poder terminar después de casi toda mi carrera consiguiendo lo más importante, fue extraordinario. Además, era la única que me faltaba y la más deseada por lo que significa”.
“Disfruté muchísimo de todo lo que gané, las Champions, la Copa América que fue algo mágico por ser mi primer título con la Selección, pero ser campeones del mundo quedó demostrado que es distinto”.
Leandro Paredes reveló que Messi les dijo “gracias, los amo” cuando hizo el gol Montiel: “Es difícil que yo me suelte tanto, pero la verdad es que sentía eso. Es un grupo al cual quiero muchísimo, obviamente somos muchos y tengo más afinidad con uno que con otro, pero en general tengo un cariño muy especial por todos, un gran respeto y fue espectacular”.
“Llegar al último penal un poco más relajados porque teníamos una oportunidad más, pero estaba rogando que lo haga y que se termine para poder festejar; son momentos muy difíciles de describir con palabras por los nervios que se pasan en los penales y la alegría de ser campeones. Me quedaría corto con cualquier cosa que dijera”.
“Todo depende de lo que Dios quiera, siempre sentí que todo lo que pasa pasa por algo y siempre le pedí a él y le agradecí por lo que me dio tanto a nivel deportivo como familiar”.
“Yo creo que cuando estás todavía en competición y tenés siempre objetivos por delante en cada temporada, uno si bien está así, no valora mucho lo que realmente se merece y lo que va consiguiendo. Estoy en un momento de mi carrera en el que disfruto todo lo que me pasa y lo valoro más porque son los últimos años, pero creo que cuando me retire y no juegue más, voy a valorar muchísimo más todo esto y más ser campeón del mundo. Eso queda para toda la vida, sobre todo en un país como el nuestro que es tan futbolero y agradecido; va a quedar para la historia y van a haber situaciones que me lo recuerden”.
“Con el grupo de ahora sentía con los chicos que en Argentina, donde yo pasé situaciones difíciles y fui muy generado, vi una generación que me defendía a muerte y se peleaba con mucha gente por defenderme. Eso es una hermosura: dejarle algo a ellos y quiero agradecerles por todo ese cariño y esas peleas que tuvieron que pasar por mí. Yo sé que la gran parte de esos chicos tuvo que pasar por eso, pero fue una gran satisfacción conseguir la Copa del Mundo”.
“Todo el Mundial lo disfruté como no me había pasado anteriormente porque sabía que podía ser el último. Si no hubiera sido campeón del mundo, yo no estaría más en la Selección. Ahora no puedo dejarlo, tengo que disfrutar de todo esto. Lo disfrutaba, tenía una confianza y una tranquilidad enorme. Después de todo lo que habíamos pasado como haber empezado perdiendo, o el partido con Holanda o ir a la prórroga teniéndolo casi ganado con Francia, después de jugar como jugamos el alargue, estaba muy tranquilo incluso cuando nos empataron, sabía que iba a ser nuestra. Sabía que íbamos a ser campeones, lo sentía”.
“Más allá de que habíamos ganado la Copa América y que la gente cambió a la hora de opinar de mí o de la Selección, si no hubiésemos ganado, también habría sufrido muchas críticas y yo no habría tenido fuerzas para seguir. Seguramente habría sido el final”.
“En los momentos más jodidos era muy difícil porque yo vivía una situación que disfrutaba en el Barcelona porque ganaba y jugábamos bien, nos halagaban de todos lados, y cuando pisaba Argentina escuchaba críticas y rumores. El murmullo de la gente, tener que pasar una prueba continuamente o depender de un resultado, cuando las cosas iban mal, llegaba a Barcelona y un poco me olvidaba de lo mal que la pasábamos en la Selección por las barbaridades que se hablaban, sobre todo cosas extrafutbolísticas que pasaban la línea de la falta de respeto. Por otro lado, sabía que mi familia sufría muchísimo y ellos sí se quedaban en el país consumiendo eso”.
“Sufrí muchísimo, tuve momentos durísimos, pero nunca dudé. En un momento pensé en dejar, pero antes de esa vez (Copa América 2016) siempre tuve el deseo de conseguir algo con la Selección y tenía en la cabeza que lo iba a lograr. Y si no era así, lo tenía que intentar: no podía ser que hubiera ganado todo con el club, pero si no me tocaba con la Selección, me iba a faltar algo”.
“Fue una locura ese festejo porque si bien me imaginaba lo que podía llegar a ser el país con lo que habíamos hecho, superó mucho mis expectativas. Fue una locura de verdad, un disfrute bárbaro. Cuando salimos a pasear con el colectivo, me habría gustado que fuera más largo el recorrido pero no pudo ser, era imposible. La foto de arriba del Obelisco, con la cantidad de gente, es una foto histórica que va a quedar para toda la vida. Sobre todo poder tener la suerte de que mis hijos lo vean, lo disfruten y lo entiendan, porque Thiago ya entiende… Fue extraordinario. Alguna vez dije en una nota que Thiago me preguntaba por qué me mataban en la Selección y que él pueda ver eso cuando entiende casi todo, es hermoso”.
“Yo terminé bastante bien, no me saqué la remera y estaba todo colorado, pero no sentía nada. Después de eso estuve dos o tres días caído, medio mal, pero no sentíamos nada en el momento; era felicidad pura”.
“Creo que este equipo es muy unido, muy fuerte y ante las adversidades respondió con grandeza. Era una prueba difícil después de la derrota con Arabia porque veníamos de 35 partidos sin perder y no sabíamos cómo podíamos reaccionar. Había muchos chicos que jugaban su primer Mundial y les había dicho que el partido más difícil era el primero, porque nunca es fácil; la ansiedad y los nervios en algún momento aparecen, pero este grupo demostró que no le importaba nada, que era muy fuerte y quedaba demostrarlo. Después de Arabia lo demostró y tuvimos un crecimiento enorme a nivel juego. Y después de la Copa América el equipo jugaba muy bien y tenía claro lo que tenía que hacer; eso es lo más fuerte: que cada uno sepa lo que tenga que hacer para manejar los partidos como pretendemos o como se vayan dando las situaciones”.
“Estamos felices de la decisión que tomamos, preparados y con ganas de afrontar el nuevo desafío, el cambio de irme a jugar a Estados Unidos. Mi mentalidad y mi cabeza no van a cambiar: voy a intentar dar el máximo para mí, para mi nuevo club y seguir rindiendo al máximo nivel”.
“Por lo que intenté demostrar siempre, dejé un mensaje claro de luchar siempre por sus sueños y sus objetivos, pase lo que pase en el camino, siempre hay que intentarlo. Quiero que quede ese mensaje para la generación que tanto me sigue, me cuida y me defendió. Después, quiero que me recuerden como alguien normal una buena persona, más allá de lo deportivo, sobre todo los compañeros que me conocieron”.
“Yo sentí mucho el cariño de la gente, si bien siempre tuve ese afecto de todos los argentinos más allá de una parte del periodismo que criticaba y lo que se decía sobre mí. Ahora tengo la felicidad pura de poder decir que somos campeones del mundo y es lo máximo, estoy muy agradecido por todo eso”.