En la madrugada, dos Suboficiales de Policía, Guillermo Mazzeo y Antonio Duarte, ambos numerarios de Comisaría 13, tuvieron una intervención que permitió salvar la vida de una bebita.
Según se supo, en la madrugada los mencionados policías realizaban recorridas en la jurisdicción asignada, en prevención de ilícitos y contravenciones; cuando en calle Progreso al 300 fueron alertados por una inusual situación. Un joven de 25 años había detenido su marcha, clamando por auxilio.
Rápidamente, los uniformados descendieron de la unidad y fueron puestos al corriente de una grave situación: la hija del muchacho, una bebita de seis meses de edad, no reaccionaba. En ese mismo momento se acercó la mamá junto a la pequeña, constatando los policías que la niña no respiraba. Sin dudar, los agentes trasladaron a ambos progenitores y a la beba hacia la guardia de Pediatría del nuevo Hospital, mientras uno de ellos conducía a máxima velocidad, el otro daba masajes cardiovasculares a la menor. Vivieron momentos de tensión que finalizaron cuando, felizmente, la pequeña largó un grito de llanto, recuperándose de inmediato. Segundos más tarde, arribaron a la guardia del Nosocomio pediátrico, donde fue evaluada por profesionales de la salud, quienes diagnosticaron que la criatura se había broncoaspirado con leche materna.