La cantidad de asistentes varía de acuerdo con la fuente: mientras la Guardia Urbana estimó 2.800 personas, la organización Escuela de Todos contabilizó 200.000.
Durante la marcha era posible leer en pancartas lemas como «Ni lengua ni doctrina impuestas», «Cataluña es España», «Prohibir un hablar es prohibir dialogar», «Libertad» y «Stop indoctrinating children in catalan schools» (Basta de adoctrinar a los niños en las escuelas catalanas).
La organización Escuela de Todos reclama la vehicularidad del castellano en todo el sistema educativo de Cataluña, «adoptando las medidas académicas y jurídicas que sean necesarias para lograrlo», de acuerdo con un manifiesto leído en el acto, según la agencia de noticias Europa Press.
También exige al gobierno que «cumpla y haga cumplir la Constitución en Cataluña, en las demás comunidades autónomas con lengua cooficial y en todo el país» y a los tribunales que amparen los derechos lingüísticos del alumno ante su vulneración.
Entre otras peticiones figura «que las instituciones de la Unión Europea reprueben las actuaciones de los gobiernos autonómicos y estatales que sean contrarias a los valores europeos», así como que el gobierno catalán cambie su política lingüística, que tacha de represora, y proteja al castellano.
Entre los dirigentes que participaron de la manifestación, estaba la secretaria general del Partido Popular (PP), Cuca Gamarra, que instó al Gobierno a cumplir y aplicar las sentencias judiciales.
En tanto, el presidente de Vox, Santiago Abascal, tachó al gobierno de «mafia golpista que se ha apoderado de las instituciones con la complicidad» del presidente Pedro Sánchez, y los acusó de no acatar las sentencias judiciales.
También estuvieron presentes la presidenta de Ciudadanos (CS), Inés Arrimadas; la presidenta de Valents, Eva Parera, y los líderes en Cataluña de Cs, Carlos Carrizosa; de Vox, Ignacio Garriga; y del PP catalán, Alejandro Fernández.