Las investigaciones por el crimen de Morena Verri, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez avanzan sobre una hipótesis estremecedora: que las tres jóvenes habrían sido asesinadas en el marco de una represalia vinculada a una banda de narcotraficantes de origen peruano.
De acuerdo con los primeros informes forenses, las víctimas fueron sometidas a torturas antes de ser ejecutadas. Lara, de apenas 15 años, recibió las agresiones más brutales. Brenda sufrió puñaladas en el cuello y golpes que derivaron en su muerte, mientras que a Morena le quebraron el cuello luego de una golpiza.
La pista sobre el móvil surgió tras la detención de dos mujeres en un hotel alojamiento de Florencio Varela. Una de ellas, en diálogo con efectivos de la DDI de La Matanza, confesó haber participado del hecho y señaló a un narco peruano como líder de la banda que habría ordenado el ataque. Según declaró, el motivo estaría relacionado con un supuesto faltante de cocaína.
Los especialistas en criminalística establecieron que los homicidios se habrían cometido entre 90 y 96 horas antes del hallazgo de los cuerpos, es decir, durante la madrugada del 20 de septiembre. Ese mismo día, las jóvenes habían sido vistas por última vez en la rotonda de La Tablada, cuando subieron a una camioneta blanca.
Actualmente, cuatro personas permanecen detenidas. Una camioneta con patente adulterada y el registro del celular de una de las víctimas fueron las primeras pistas para orientar la búsqueda. La geolocalización del teléfono de Lara permitió a los investigadores llegar hasta el barrio Santa Rosa, en Florencio Varela, donde se realizaron parte de las detenciones.
En paralelo, el análisis de cámaras de seguridad mostró a las tres chicas subiendo al vehículo en la zona de Crovara y El Tiburón. La fiscalía a cargo de Gastón Duplaá trabaja ahora en reconstruir el recorrido de la camioneta y determinar con precisión el rol de cada sospechoso en el triple femicidio que conmociona al conurbano bonaerense.