Dos soldados fallecieron y uno terminó herido tras un tiroteo que se produjo el miércoles en un campo de disparo militar ubicado en el centro de Japón. Quien disparó es un joven aspirante que pretendía unirse al ejército de ese país.
Según informó en un comunicado oficial la Fuerza Terrestre de Autodefensa nipona: «durante un ejercicio con municiones reales como parte de un nuevo entrenamiento de personal, un aspirante a las Fuerzas de Autodefensas (FAD) disparó a tres personas».
En principio, el gobierno japonés indicó que tres miembros de las FAD, el ejército del país, habían resultado heridos en el campo de tiro cubierto de Hino, en Gifu. Sin embargo, luego se difundió el parte que confirmó dos víctimas fatales. Aún se desconoce el estado de salud de la tercera persona, que permanece internado.
En tanto, el autor de los disparos fue identificado como un miembro de las FAD. Tras el crimen, el joven quedó detenido, según señaló el vocero gubernamental Hirokazu Matsuno, sin brindar más detalles.
Por su parte, la Policía local informó que el tirador es un adolescente de 18 años que era aspirante a integrar la fuerza militar, lo que significa que recibió una formación básica de tres meses antes de intentar unirse a las tropas nacionales. «Disparó un rifle a la víctima con la intención de matar», agregó.
Medios nacionales informaron que el herido es un hombre de unos 50 años, mientras que uno de los dos muertos tiene 24 años.
Antecedentes
El crimen violento en Japón es muy inusual, pero varios incidentes de gran repercusión conmocionaron al país en el último año. En julio de 2022, el ex primer ministro Shinzo Abe fue asesinado mientras daba un discurso electoral por un hombre armado.
En abril pasado, el primer ministro Fumio Kishida escapó ileso después de que un hombre lanzará un artefacto explosivo contra él en otro evento de campaña. Este incidente ocurrió poco antes de la cumbre del G7 en Hiroshima y provocó reclamos de la sociedad para intensificar la seguridad en el país.
Hace apenas tres semanas, un hombre armado con un rifle de caza y un arma blanca dejó cuatro muertos, entre ellos dos policías, tras apuñalar a dos mujeres y posteriormente atrincherarse en su domicilio en Nagano, al oeste de Tokio.
Se trató de la primera vez desde 1990 en que un suceso violento causó la muerte de más de dos agentes, en un país que cuenta con uno de los índices de homicidios y de incidentes con armas de fuego más bajos del mundo.
