Una batalla campal que comenzó con escaramuzas en el campo de juego y un importante despliegue represivo de la policía provincial se produjo al término del partido en el que Atlético de Rafaela superó a Sportivo Norte y lo dejó eliminado de la Copa Santa Fe.
Luego del primer partido -donde los hinchas de Atlético habían protagonizado destrozos en Barranquitas, dentro del estadio del Negro- se había montado un importante operativo policial, con 196 efectivos, reforzados por agentes llegados de Santa Fe y supuestamente especializados en lucha antidisturbios en espectáculos deportivos, ya que se preveía un clima tenso. Se prohibió el ingreso de público con camisetas de otros equipos, tampoco pudieron ingresar bombos y redoblantes; y hasta el tamaño de las banderas estuvo controlado.
Lo que nadie esperaba es que los incidentes comenzaran dentro del campo de juego. Hubo en el primer tiempo un amague de suspensión, por proyectiles que caían cerca del arco que defendía Sportivo Norte, arrojados desde la parcialidad local. Pero al final del partido, un jugador de Sportivo Norte, completamente desbordado de nerviosismo, fue a buscar a dos sujetos que desde los palcos debajo de las cabinas de transmisión se habían dedicado durante todo el partido a hostigar a los jugadores visitantes con agresiones verbales y provocaciones deliberadas también dirigidas a la popular visitante, distante a unos cuantos metros del sector de palcos.
Cuando el jugador visitante fue intentar enfrentarlos, un policía lo habría intentado bajar del alambrado utilizando su bastón y fue golpeado por el futbolista sportivense. Allí se generó una primera trifulca entre jugadores, integrantes del cuerpo técnico y jugadores. Las corridas y las agresiones enardecieron a algunos integrantes de la parcialidad visitante. Al menos tres personas comenzaron a arrojar los asientos plásticos de las plateas altas de calle Urquiza sobre el cordón de policías que separaba a la popular visitante de los palcos, donde otros sujetos hacían gestos obscenos a la parcialidad de Sportivo.
Algunos policías que comenzaron a recibir los restos de plateas que les llovían desde arriba levantaron sus armas y comenzaron a disparar con municiones de posta antidisturbios, mientras otros arrojaban gas pimienta y también balas de goma hacia las ubicaciones donde todavía cerca de dos mil personas estaban tratando de salir para ganar la calle.
Los enfrentamientos se hicieron más intensos fuera del estadio. Un total de 18 viviendas, principalmente ubicadas entre el estadio y las cuadras de calle Urquiza que llegan hasta Primero de Mayo, resultaron afectadas por pedradas que destruyeron vidrios de ventanas, vidrieras de comercios e incluso algún vidrio de la Escuela Normal. También resultaron dañados al menos dos automóviles particulares (serían varios más) y 5 móviles policiales terminaron con daños en vidrios y carrocería.
Las corridas continuaron por Tucumán, donde siguieron los disparos con balas de goma, en medio de escenas de pánico de vecinos y automovilistas. En las cuadras que hay entre Uruguay y el cruce con calle Brasil, se usaron como proyectiles baldosas de las veredas y restos de la obra de desagües que se está ejecutando en calle Tucumán, mientras que una «desbandada» de autos en la avenida Brasil -las corridas a lo largo de calle Tucumán interrumpieron el tránsito en esa zona- y uno de los conductores, en su afán de retroceder para no quedar en la línea de los proyectiles, terminó colisionando con una motocicleta, aunque fue sólo un incidente menor.
La comisaría 13ª fue rodeada por efectivos policiales, pero a esa altura la situación ya prácticamente estaba controlada.
Jugadores detenidos
Mientras tanto, también se supo que cerca de las 7 de la tarde, los jugadores de Sportivo Norte fueron trasladados a la Comiisaría Primera, donde al menos seis de ellos habrían sido conducidos en condición de detenidos, lo mismo que el entrenador Marcelo Varela y uno de sus colaboradores del cuerpo técnico. Videos mostrarían al entrenador del Negro derribando a un policía de un golpe, y lo mismo habría sucedido con el jugador Maldonado, que seríaa el que fue a buscar a un palquista para confrontarlo.
Al momento de redactarse este informe, también el balance indicaba que cinco policías resultaron heridos.