El fallecimiento del periodista rosarino Mauricio Maronna, columnista político de La Capital de Rosario y muy reconocido entre sus padres de la provincia y el país, causó sorpresa y dolor en la jornada de este jueves. Compartimos la nota que publicó el diario rosarino para informar sobre su súbito deceso.
Hoy tenía que ser un día de festejo. Una semana de festejo. Pero no. Ninguna noticia nos podía doler más para estrenar, justo hoy, el nuevo sitio web del diario La Capital. Murió Mauricio Maronna, columnista político, melómano, lector ávido y curioso, un enorme periodista. Una falla cardíaca. Un agujero en el corazón de este diario.
Hace dos días, solo dos días, había presentado su libro Perro Negro. Estaba contento, feliz de ese anhelo que pudo cumplir, uno de los tantos sueños que se propuso y convirtió en realidad.
Mauricio tenía 57 años, este viernes iba a festejar los 58. Nació en Teodelina, en el sur de la provincia de Santa Fe, y muy joven llegó a Rosario a estudiar Derecho. Pero veía la carrera como una herramienta para hacer lo que realmente le gustaba y fue su pasión: el periodismo.
Se casó joven con Silvina, tuvo a su adorada hija Maite, a quien le contagió otra de sus pasiones: el amor por Newell’s Old Boys.
Como periodista había empezado en la radio de Teodelina. En Rosario arrancó en Radio 2, con Juan Gerardo Mármora. También trabajó en Canal 3. A La Capital ingresó en 1993. Su primer destino fue la sección Internacionales. Luego pasó a Política, sección en la que asumió como jefe en 1998.
Durante décadas fue el columnista político principal del diario. Sus notas se consumían en todo el país: era reconocido y respetado a nivel nacional.
Con el surgimiento de las redes sociales, encontró en Twitter un nuevo ámbito donde expresarse. Y donde dar a conocer no solo sus opiniones políticas, sino también su pasión por la música y la literatura.
Se convirtió en un verdadero influencer, uno de los rosarinos con mayor número de seguidores en la red social del pajarito.
Ayer, apenas ayer, estaba feliz después de la presentación de su libro. Hoy la muerte llegó sin avisar. Nos priva de un compañero generoso, de un amigo incondicional, de su enorme capacidad de análisis, de su exquisita escritura.
Te vamos a extrañar, Mauricio.