Tras la implosión del submarino Titan con cinco personas a bordo, la empresa OceanGate suspendió todos sus viajes turísticos para ver el Titanic en las profundidades del océano.
Desde la página web de la empresa informaron que «han suspendido sus exploraciones y operaciones comerciales».
Luego de haber promocionado recientemente la venta nuevos tickets para viajes en 2024, OceanGate dio marcha atrás y decidió suspender su actividad ante los cuestionamientos por la seguridad del sumergible.
La compañía había asegurado al momento de promocionar los nuevos viajes que es «una oportunidad de salir de la vida cotidiana y descubrir algo verdaderamente extraordinario». “Siga los paso de Jacques Cousteau y conviértase en un explorador submarino, comenzando con una inmersión en los restos del naufragio del RMS Titanic”, agregaba el anuncio.
La tragedia del Titan
El Titán, de unos 6,5 metros de eslora, emprendió el 18 de junio un viaje hacia las profundidades del océano para observar los restos Titanic. Estaba previsto que volviera a la superficie siete horas después pero, cuando todavía no habían pasado dos, perdió el contacto con la superficie.
Los equipos de rescate informaron posteriormente que la nave había implosionado poco después de sumergirse, lo que causó la muerte en el acto de los cinco tripulantes, entre ellos el CEO de OceanGate, Stockton Rush.
Canadá y Estados Unidos abrieron varias investigaciones para determinar las causas de la implosión. Los restos encontrados en el fondo marino, a casi 4.000 metros de profundidad, serán analizados, ya que se sospecha que hubo negligencia por parte de OceanGate.
En documentos judiciales de 2018, un exdirectivo de la compañía, David Lochridge, afirmó que lo despidieron porque había dudado de la seguridad del sumergible.
Otro de los que había advertido sobre el peligro del viaje fue William Kohnen, ingeniero a la cabeza de un comité estadounidense sobre sumergibles tripulados, quien declaró a la BBC que su grupo había expresado preocupación por las condiciones de seguridad del Titán.
Sin embargo, a finales de junio, el cofundador de OceanGate, Guillermo Söhnlein, declaró que la seguridad era un «elemento clave» de la empresa.