El municipio confirmó que aplicará una multa económica contra los adultos que debieron velar por el comportamiento de alumnos de quinto año del Colegio San José, que en la mañana de este lunes realizaron la presentación de buzos y se concentraron en la plaza 25 de Mayo, arrojando pirotecnia sonora prohibida en la ciudad, y también trepándose al Monumento al Gral. San Martín.
Según el informe oficial del municipio local, «el juez de Faltas municipal de la 3.ª Nominación, Rubén Pavetti, determinó la aplicación de una sanción económica a los adultos responsables que tenían a su cargo velar por el buen comportamiento de los alumnos de 5.º año del Colegio San José, a partir lo acontecido en la Plaza 25 de Mayo, durante las primeras horas de este día lunes, en el marco del festejo estudiantil referidos a la presentación de los buzos».
Agregó que «teniendo en cuenta que no se respetó lo establecido en la Ordenanza Nº 5081, la cual declara a Rafaela como “Ciudad Libre de Pirotecnia de Efecto Audible No Lumínica”, así como tampoco lo indicado en el Decreto Nº46823, que autoriza las realización de festejos estudiantiles de diferente índole sin sobrepasar las normas vigentes relativas a la prohibición de uso de artículos de piroctecnia o cualquier otro elemento que atente contra la convivencia, el Juzgado de Faltas dispuso el labrado del acta de infracción por intermedio de la Dirección de Protección Vial y Comunitaria».
Fuentes municipales, de modo extraoficial, advirtieron que el grupo que protagonizó la presentación tenía antecedentes, por haber utilizado pirotecnia sonora en otro festejo anterior. En todo caso, la intervención fue fruto de una decisión política: a diferencia de otros grupos que utilizan pirotecnia sonora, como las hinchadas de fútbol, en este caso los hechos se produjeron bajo la ventana de Intendencia, en una hora completamente atípica (6.30 de la mañana), frente a un establecimiento sanatorial y en el marco de una actividad organizada en el seno de una institución educativa, más allá de que la presentación de los buzos no forme parte de las actividades oficiales.
La decisión de intervenir por parte del municipio, desde ese punto de vista, merece pocas objeciones: se violentaron dos normativas en vigencia. Pero está claro que desde ahora se exigirá -sobre todo por parte de la comunidad, que lo viene pidiendo desde hace rato- que se aplique la misma conducta contra los clubes cuyas hinchadas han tomado como costumbre utilizar pirotecnia sonora antes, durante y después de los partidos de fútbol. Y se sabe que una cosa es actuar sobre un grupo de estudiantes y otra sobre barras bravas futboleros, aunque a veces las conductas de unos y otros tengan lamentables similitudes.
Hay otro poderoso argumento desde el municipio. Sostienen que la decisión de hoy obedece a la necesidad de marcar la cancha a los estudiantes, a fin de dejarles claramente establecidos los límites que no deben cruzar en sus festejos. No es la primera vez que ocurre que personas se trepan al Monumento al Libertador. Pero también es cierto que, ante la falta de límites por parte de los mayores, algunos adolescentes van por más. Y de subirse al Monumento a vandalizarlo puede haber un paso, y ese paso puede ser muy corto. De ninguna manera puede permitirse que un grupo de estudiantes identificado con una institución educativa de la ciudad tenga ese comportamiento y quede sin sanción.
Oficialmente, desde el municipio se instó «a las y los jóvenes estudiantes de todos los establecimientos educativos a que tengan en cuenta el alto grado de responsabilidad que asumen los adultos a cargo en cada festejo que realizan. Ese compromiso no solo es ante las autoridades sino también ante toda la comunidad. Rafaela es de todos. Para tener una convivencia sana debemos empezar por entender y aceptar que el respeto por el otro es el primer valor a considerar para convivir en armonía».