La conducta de los mayores suele marcar el camino de los menores. Así, una decisión dolorosa pero necesaria fue la que adoptó una mujer rafaelina, al comprobar que su hijo había llegado a su casa con una motocicleta que presumía era de origen malhabido y no dudó en llamar a la policía, aún sabiendo que su hijo tendría problemas por ello.
Según se supo, en horas de la madrugada, efectivos de Comando Radioeléctrico fueron comisionados por el despacho de Emergencias 911 a una vivienda de calle Coffet, en el barrio Villa Rosas. En el lugar entrevistaron a la propietaria, una mujer de 37 años, quien les dio cuenta que, momentos antes, su hijo había llegado con una moto que no era de su propiedad. Lejos de hacer «la vista gorda», la mujer llamó a la policía, en una acción auténticamente destacable.
El personal actuante constató que se trataba de una motocicleta Honda Wave 110 cc, de color rojo, la que habría sido recientemente sustraída desde calle Güemes al 400. La Fiscal en turno ordenó el secuestro del birrodado y traslado a sede de Comisaría 1, por motivos de jurisdicción.
El chico pudo haber cometido un error grave que ahora lo compromete ante la Justicia por tratarse de una conducta delictiva. Pero ya sabe que en su familia no será «protegido» y el ejemplo de la honestidad de su madre deberá servirle para encarrilar su conducta.