El autódromo de Rafaela y las calles del centro fueron los escenarios elegidos para que durante viernes y sábado numerosos fanáticos de la marca Torino exhibieran sus automóviles. Organizada por la agrupación Toritos Rafaelinos, la convocatoria tuvo como lema el reencuentro y reunió a coleccionistas y fans de todo el país: llegaron Torinos desde Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Rosario y otros lugares, sumando más de cincuenta unidades.
El viernes, aprovechando el feriado largo, los Torino se mostraron en Bella Italia. Pero también los cultores de la marca pasaron por el galpón de Classic Cars, en Bv. Lehmann, para admirar el trabajo de restauración que se está realizando con el Berta Tornado de la Peña Rueda. Escuchar el sonido del motor de siete bancadas que equipaba a los Torino a principios de los ’70 fue música para los oídos de los «torineros».
Pero sin dudas el plato fuerte fue en el autódromo de Rafaela, donde estuvo el expiloto de TC Patricio Di Palma, que trajo desde Arrecifes el emblemático Torino que corriera en los primeros años de la década del 2000 y fuera protagonista de tantas carreras, entre ellas en el Templo de la Velocidad rafaelino. Con el Torino pintado de rojo y las publicidades de la época, muchos fanáticos de la marca pudieron darse el gusto de ocupar la butaca del acompañante y dar algunas vueltas en el circuito chico de Rafaela a velocidad plena.
Allí en los boxes estuvieron también algunas réplicas de los Torino que participaron de la «Misión Argentina» en Nürburgring, donde los autos argentinos se midieron con los mejores del mundo e hicieron historia; mientras que «Pato» Di Palma pudo encontrarse con el «Nene» Jorge Ternengo, leyenda de Torino. El «Nene» fue uno de los míticos integrantes de la «CGT», por las siglas de los pilotos que integraban el equipo oficial IKA (Eduardo Copello, Héctor «Pirín» Gradassi y Jorge Ternengo) que, bajo la dirección de Oreste Berta, marcaron la clamorosa irrupción de los Torino en el Turismo de Carretera, en 1967, con autos que marcaron la historia del TC en esos años.
Toda la programación se cerró con la presencia de los Torino en el centro rafaelino, en la tardecita del sábado, donde fueron admirados por numerosas personas que transitaron por el paseo desafiando el frío y el gris de la tarde sabatina.