El Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe dio a conocer su habitual informe sobre la evolución de los cultivos en los doce departamentos del Centro Norte de la provincia, que incluye a Castellanos, Las Colonias, San Cristóbal, San Martín y 9 de Julio, entre otros. En el informe, que contempla el relevamiento de los 7 días de la semana que culminaron el martes 14 de noviembre, destaca que las lluvias que se vienen registrando han dificultado las tareas de siembra del trigo, pero a la vez favorecen las condiciones para el proceso de siembra de soja.
De acuerdo al relevamiento del SEA, en la región Centro Norte de Santa Fe la expectativa de siembra de soja temprana alcanza a 1.050.000 has., de las cuales se llevan implantadas unas 367.500, que equivale al 35% de avance, con buena humedad en la cama de siembra, germinación y desarrollo vegetativo.
En ese marco, el informe subraya que «el proceso de siembra de la cosecha gruesa 2023 – 2024 se intensificó a medida que los pisos de los lotes lo permitieron, dada la buena a muy buena disponibilidad de agua útil en la cama de siembra».
No obstante, ese escenario favorable se interrumpió, según las distintas zonas, por las lluvias de variadas intensidades e irregulares montos pluviométricos que se concretaron y regularon las actividades agrícolas.
Se llevaron a cabo las siguientes labores culturales:
♦ roturación de suelos,
♦ aplicación de insecticidas,
♦ aplicación de herbicidas,
♦ siembra de algodón,
♦ siembra de soja temprana y
♦ cosecha de trigo.
La cosecha de trigo
Las estables condiciones ambientales que reinaron desde que se inició la semana, posibilitaron el avance de la cosecha del trigo en forma constante y con buen ritmo. Luego, la inestabilidad, en diferentes grados y con irregular distribución geográfica, reguló el movimiento de las cosechadoras por falta de piso. En algunos lotes más húmedos quedaron huellas de las maquinarias y algunos sectores encharcados.
De acuerdo a la evolución de las características climáticas y los porcentajes de humedad de los granos, se reanudó parcial o totalmente la recolección, en los distintos departamentos del SEA.
Los rendimientos promedios obtenidos reflejaron el impacto de las lluvias heterogéneas, irregulares o variables que se produjeron durante el ciclo del cereal y que fueron enunciados para cada área:
♦ norte: departamentos Nueve de Julio, Vera y General Obligado, con valores mínimos de 7 – 10 qq/ha, máximos entre los 23 – 25 qq/ha y lotes puntuales de 40 qq/ha. 10
♦ centro A: departamentos San Cristóbal, San Justo, San Javier y Garay, con valores mínimos de 8 – 11 qq/ha , máximos entre los 23 – 25 qq/ha y lotes puntuales de 40 qq/ha.
♦ centro B: departamentos Castellanos, Las Colonias y La Capital, con valores mínimos de 10 – 12 qq/ha, máximos entre los 30 – 34 qq/ha y lotes puntuales de 50 qq/ha.
♦ sur: departamentos San Martín y San Jerónimo, con valores mínimos de 15 – 18 qq/ha, máximos entre los 35 – 38 qq/ha y lotes puntuales de 52 qq/ha.
El 40 % de los trigales se encontró en estado bueno, con algunas parcelas muy buenas, un 35 % regular y un 25 % malo. Las últimas precipitaciones no modificaron, ni modificarían sus condiciones, ya que un alto porcentaje de los cultivares se encontraban en estadios finales de desarrollo.
Hasta la fecha, no se detectaron plagas ni enfermedades de importancia en los mismos, pero sí la presencia de malezas que dificultarían el proceso de recolección. Nuevamente se observó un considerable del número de aves, palomas y cotorras, que dañaron los granos de los cultivares que se encontraban en su etapa final de evolución.
Maíz temprano
Se encontró a los maizales de primera en estado bueno a muy bueno y con cultivares excelentes, que aprovecharon los abundantes contenidos de humedad en los suelos.
En el área de estudio se observaron dos zonas bien diferenciadas:
a) en el noreste del SEA, las implantaciones se realizaron en la ventana óptima de siembra y fueron beneficiadas por las lluvias, el cereal prosiguió su normal desarrollo de las etapas fenológicas, propias de cada parcela y
b) en el resto de la superficie de estudio, las escasas a nulas disponibilidades de agua útil en la cama de siembra, obligaron a un corrimiento o desfasaje de 25 a 30 días de la fecha ideal, principalmente en el área de influencia de las cuencas lecheras.