Los incendios forestales siguen azotando la Patagonia, con focos activos que ya han arrasado más de 18 mil hectáreas en tres provincias de la región. A pesar de los esfuerzos por controlar el fuego, las llamas siguen fuera de control, especialmente en áreas protegidas y en cercanías de comunidades rurales. La situación más crítica se encuentra en el Parque Nacional Nahuel Huapi, en jurisdicción nacional, donde el incendio se originó el 25 de diciembre debido a una tormenta eléctrica. Sin embargo, tres de los incendios serían intencionales, según las autoridades.
Ante la magnitud de los siniestros, los gobernadores de Río Negro, Chubut, Neuquén, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del Fuego acordaron un protocolo regional para combatir los incendios y prevenir futuros episodios. Este documento conjunto destaca el compromiso de las provincias afectadas en la lucha contra los incendios, especialmente en la zona cordillerana, donde los focos más importantes continúan sin ser contenidos.
La preocupación también ha llegado al sector turístico. Los prestadores de servicios han advertido sobre la caída en las reservas, especialmente en localidades cercanas a los incendios, como El Bolsón y Epuyén, donde algunos atractivos turísticos han tenido que ser suspendidos. Sin embargo, las autoridades locales han lanzado campañas de promoción para tranquilizar a los visitantes, destacando que otros destinos turísticos de la zona siguen funcionando con normalidad, como el cerro Amigo y el Bosque Tallado en El Bolsón, o los atractivos de la Comarca del Paralelo 42.
En Bariloche, la actividad turística no se ha visto interrumpida, aunque las excursiones hacia la cascada Los Alerces y el rafting por el río Manso han sido suspendidas debido a la cercanía del fuego. No obstante, los atractivos restantes permanecen abiertos, y las autoridades aseguran que la ciudad sigue siendo un destino seguro para los turistas.