FUENTE: AGENCIA TÉLAM
Guillermo Ortelli, uno de los máximos referentes del Turismo Carretera y piloto que supo ser bastión de Chevrolet, anunció su retiro del automovilismo luego de haber conquistado siete títulos en la categoría y la sensación de que «pudo haber ganado más carreras» aunque con la convicción de que «dejó todo lo que estaba a su alcance».
Ortelli, nacido en Salto el 25 de abril de 1973, creció admirando a Juan María Traverso, a quien admiró desde que era chico y siguió con atención desde que logró su primer título en el TC en 1977.
El piloto de Salto corrió en Turismo Carretera 400 carreras y, además de las dos horas de TC que ganó en dupla con Fabián Acuña en 1994 en el Oscar Gálvez, el día de su debut en la categoría triunfó en dos competencias más a bordo de un Ford en 1996 .
En un repaso de su carrera, Ortelli el 8 de junio de 1997 ganó su primera competencia con Chevrolet en 9 de Julio, y luego fueron 31 triunfos más hasta su retiro, tras 28 temporadas en el TC.
Después de Juan Gálvez, que ganó 9 títulos, Ortelli le sigue en la estadística con 7 coronas, por encima de pilotos como el «Flaco» Traverso con 6, Oscar Gálvez con 5, más Dante Emiliozzi y Agustin Canapino, ambos con 4.
Ortelli ganó siete campeonatos de TC (1998, 2000, 2001, 2002, 2008, 2011 y 2016) y triunfó en 54 competencias, entre 32 de TC, 13 de Top Race (fue campeón en 2001 y 2006), 9 de TC2000, y 1 de TN.
Tras el anuncio de su retiro, que será el 5 de diciembre cuando el TC dispute su última competencia del calendario, en el Villicum de San Juan, en una entrevista con Télam, el piloto de 48 años dejó sus últimas sensaciones antes del adiós.
– ¿Influyó en el retiro la falta de resultados positivos de los último años?
– No, para nada, es algo que fui madurando y volviendo este años de una de las carreras, me escuché a mí mismo, y cuando llegué a casa le dije a mi esposa y a mi hijo Mateo, que me retiraba a fin de año.
– ¿Sentís que es el momento justo?
– Fueron una mezcla de sensaciones, pero no fue fácil tomar semejante decisión, y en pocos segundos recorrí casi tres décadas de automovilismo, pero aún si hubiese estado liderando la Copa de Oro, con grandes chances de ganar otro título, no sé si me retiraba igual, porque no se trata de ganar una carrera o un título más.
– Te quebraste dos veces en la conferencia de prensa: ¿te traicionó el momento, la emoción?
– A veces parezco de piedra, pero no lo soy, y en la búsqueda de poder conseguir buenos resultados y no poder conseguirlos uno tiene que tomar una decisión, y por eso fue el día más difícil de mi carrera, me temblaban las manos, todo el cuerpo, y estuve muy nervioso.
– La ACTC te regaló un enorme trofeo por sus siete títulos y trayectoria, y saliste a la calle (Bogotá 166, Caballito de la sede teceista), a mostrárselo a la 15, la hinchada de Chevrolet.
– Sí, sentí que debía compartir unos minutos con la hinchada del Chivo, que tanto me apoyó y alentó en las buenas y en las malas, y les estaré eternamente agradecido, aunque uno dentro del auto no escucha nada, pasaba por la tribuna de Chevrolet (la número 15) en el Gálvez, en la vuelta previa yendo a la grilla, o en cualquier autódromo, y los papelitos y bengalas de la gente me motivaban para tratar de ganar.
– Después de Juan Gálvez, que ganó nueve títulos de TC, estás en las estadísticas segundo con siete ¿pensaste alguna vez que estás en la historia grande del TC?
– No creo que los números sean tan importantes para dimensionar la trayectoria de un piloto, porque mi ídolo de pibe, Juan María Traverso, ganó seis campeonatos, y tuve la fortuna de correr con él muchas carreras, como también lo hice con Rubén Luis Di Palma o Tito Bessone, y también tuve luchas memorables con Omar «Guri» Martínez.
– Trazando un paralelo imaginario con los memorables duelos de la década del 80 entre Roberto Mouras y Oscar Castellano, ¿con el «Guri» Martínez fueron parecidos?
– Sí, porque fue entre Chevrolet y Ford, y eso en el TC es rivalidad pura, por las marcas, y porque Martínez fue el máximo referente de Ford, y mi identificación con el Chivo hizo que se produjeran duelos memorables, pero siempre respetándonos en la pista, más allá de algún que otro toque de carrera sin mala intención.
– ¿Te quedó algo pendiente?
– No, aunque me hubiese gustado ganar más carreras, no sólo en el TC, sino en otras categorías, pero me voy tranquilo, con la conciencia tranquila de haber puesto todo por este pasión que si no fuese sido por el apoyo de mis padres, de mi familia, amigos, no hubiese sido posible.
– ¿Y tu paso por el TC2000?
– Fue una linda etapa, que disfruté mucho porque en ese época en la categoría estaban los mejores pilotos del país, y gané varias carreras, y me hubiese gustado ganar un campeonato, pero no se dio.
– En tus 28 años de trayectoria ¿sentiste miedo en algún momento, en el sentido por arriesgar más de la cuenta?
– No, nunca lo sentí aún cuando el automovilismo es una actividad de riesgo, pero en algún momento uno siente «miedo» al fracaso, a no alcanzar los objetivos soñados, pero me sentí muy seguro de lo que hacía.
– De los siete títulos ¿cuál fue el que más valorás?
– Por ser el primero, el del 98, que se dio gracias al recordado Alberto Canapino, que trabajó muchísimo en el chasis, con la motorización de Jorge Pedersoli, y conformamos un trío que pudo alcanzar el campeonato, que lo pelee con Juan María Traverso y Emilio Satriano, y fue inolvidable.
– ¿Y ahora?
– A devolverle al automovilismo lo mucho que me brindó, y trataré de volcar toda mi experiencia desde otro lugar, a la ACTC, o en cualquier otro espacio, pero siempre desempeñándome en lo que fue, es y será mi pasión, el automovilismo.
Guillermo Ortelli bajará el telón de su brillante trayectoria el 5 de diciembre en el Villicum de San Juan, pero el presidente de la ACTC, Hugo Mazzacane, ya le confirmó que en la cuarta carrera del campeonato 2022, en Toay, La Pampa, recibirá un homenaje.