«320 lucas por mes y no son capaces de ir a poner los huevos donde deben ponerlos, qué vergüenza ser concejal rafaelino hoy». El texto apareció publicado en la tarde de este miércoles en Twitter. Publicado por cualquier ciudadano, pasaría desapercibido. Pero el tuit está en la cuenta del secretario del Concejo Municipal, Franco Bertolín, uno de los principales alfiles del ala radical de Juntos por el Cambio en la ciudad. Es hombre de extrema confianza del presidente del cuerpo, Germán Bottero, y uno de los que sienta en la mesa chica de las decisiones de la UCR en Rafaela.
¿Cuál fue el motivo del estallido de Bertolín? La decisión de los concejales de dar de baja la idea de sesionar este jueves en el local del Dispositivo Integral de Acción Territorial (DIAT), en el convulsionado barrio 2 de Abril. La iniciativa de llevar el Concejo a sesionar a distintas instituciones viene desde los tiempos de Silvio Bonafede como presidente del cuerpo, y hacía tiempo que los concejales habían elegido al DIAT como lugar de sesión.
Sin embargo, la convulsión social que vive el barrio desde el lunes de la semana pasada, es un factor que recién en estos días pudo entrar en los cálculos de los ediles. La violación a un menor de edad, cometida por otro menor en compañía de otros dos sujetos, ocurrió en un montecito ubicado a escasos metros del DIAT. Y el ánimo de los vecinos sigue en efervescencia, tras los incidentes que se registraron una semana atrás, durante el apresurado desalojo de la familia del menor agresor de la vivienda que ocupaban en el barrio. Sesionar en el DIAT sin un temario específicamente relacionado con temas del 2 de Abril pondría a los concejales en la necesidad de expresarse sobre lo sucedido con el abuso sexual: cualquier palabra sacada de contexto o mal interpretada no haría más que agregar leña a un fuego que todavía arde en la piel de los vecinos.
Con esos datos en la mano, los concejales se reunieron en la mañana del miércoles para resolver, a puertas cerradas, la suspensión de la salida para sesionar en el DIAT y optaron por la más tranquilizadora idea de realizar el debate semanal en la sede habitual del sexto piso del Concejo. Bertolín, que por su función es el responsable administrativo de manejar la sesión y organizar todos los detalles inherentes, no quedó nada conforme.
Según confiaron fuentes seguras, Bertolín fue notificado por Bottero sobre la decisión adoptada y estalló. Se fue dando un portazo que dejó temblando las oficinas de Presidencia y, además, hubo gritos y palabras subidas de tono en los pasillos. Tanto, que hasta en el quinto piso –separados por una escalera y unos ventanales de vidrio de los pasillos del Concejo Municipal- hubo algunos llamados nerviosos para ver qué sucedía en la sede del Legislativo.
Lo cierto es que el tuit en la red del pajarito quedó registrado (fue borrado horas después de publicado) y se comenzó a viralizar en los ambientes políticos. Ahora todos se preguntan si Bertolín estará sentado a la diestra de Germán Bottero en la mañana de este jueves. Y cómo quedará su posición ante el resto de los concejales, que son los que lo votaron para que ocupe un cargo de altísima responsabilidad institucional, y a los que ahora tildó de “no poner los huevos”, y a los que calificó como “una vergüenza” para Rafaela.
Para la primera hora de este jueves, antes de la sesión ordinaria, están citados los ediles en la oficina de Presidencia. El tuit ya está en los whatsapps de todo el mundillo político y aunque Bertolín es un funcionario respetado y de buena relación con todos los bloques, las consecuencias de su desborde del miércoles podrían ser muy serias. ¿Alcanzará con un pedido de disculpas?