Pascual Fernández, un hombre de 34 años residente en Rafaela, fue encontrado culpable y condenado a prisión perpetua por el crimen de Bricio Montenegro, ocurrido en agosto de 2019. Un tribunal pluripersonal integrado por los jueces Javier Bottero y Juan Peralta, y por el conjuez Carlos Farías Demaldé, hicieron lugar al pedido de la fiscal Fabiana Bertero, y condenaron a Fernández por la autoria de un homicidio calificado (por haber sido cometido para facilitar otro delito) y de usurpación.
Al cabo de la audiencia en la que se leyó la sentencia, que se llevó adelante en la Sala 3 del edificio de Tribunales, los familiares de Montenegro se mostraron conformes con el desarrollo del juicio y la sentencia lograda. «Ahora Bricio podrá descansar en paz», señalaron.
El hecho
El homicidio de Bricio Alfredo Montenegro fue cometido en fecha y hora que no se puede determinar con exactitud, pero ubicable entre el miércoles y la noche del viernes 23 de agosto de 2018. «El imputado, teniendo conocimiento del peligro para la vida y voluntad en relación al resultado mortal, ató por la espalda las manos de la víctima y en forma violenta, le causó lesiones graves en la zona del tórax y lesiones cortantes en su pulmón, que finalmente le provocaron la muerte».
Pascual Alejandro Fernández ocultó el cuerpo de la víctima en el sótano de una vivienda ubicada en Avenida Italia al 1768, lo sumergió en el agua existente en el lugar y lo cubrió con restos de yeso».
En tanto en fecha que no se puede determinar con exactitud, pero ubicable en el mes de abril de 2019, el imputado -forzando las medidas de seguridad- ingresó de forma clandestina a una vivienda ubicada en Avenida Italia al 1768 de la ciudad de Rafaela, despojando de la posesión a sus propietarios y alojándose en el inmueble hasta el 21 de agosto de ese año. Aproximadamente a partir del mismo miércoles 21 de agosto, Fernández -en forma clandestina y utilizando la llave sustraída previamente a Montenegro-, ingresó a una vivienda ubicada en calle Edison 1305 casi España y despojó de la posesión a la víctima y a sus herederos legítimos, manteniéndose en el inmueble hasta la noche del viernes 23 de agosto.