Atlético de Rafaela sigue sin ganar. Ese es el vaso medio vacío que se vio en la tarde de este sábado en Alberdi. La noticia fea, que habla de un empate que deja al equipo sin ganar por décima fecha consecutiva, con tres empates al hilo y hundiéndose en la tabla valorativa hasta quedar en el puesto 33 entre 37, con un partido más que la mayoría y coqueteando peligrosamente con el descenso.
Pero el vaso medio lleno demostrará que hay reservas anímicas para revertir la historia, más allá de esa alarmante fragilidad que expuso en los primeros 20 minutos, donde pareció quedarse en los vestuarios dejando que Agropecuario de Carlos Casares, el rival de turno, virtualmente lo pasara por arriba y le sacara dos goles de diferencia, dejándolo al borde del nocaut. Porque luego de esos mazasos y de ese desconcierto que exhibieron los dirigidos por Medrán, hubo una reacción que nació desde el temperamento y se tradujo en una ráfaga de dos goles, con el recién incorporado refuerzo Osores y con el inoxidable Taca Bieler llegando al empate antes de los 35′ de esa vertiginosa etapa inicial.
El segundo tiempo, también de ida y vuelta, pudo mostrar las dos caras de la moneda. Porque Salvá fue figura para sostener el 2 a 2, pero enfrente Atlético falló sus oportunidades, surgidas casi siempre a partir del buen trabajo de Marco Borgnino, una de las notas saludables que dejó la tarde.
Al cabo, fue 2 a 2. Con sabor ambiguo, pero con la sensación de que hay luz al final del túnel.