Este domingo se realizan las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en todo el territorio nacional en un clima enlutado y enrarecido, marcado por una seguidilla de casos de violencia y muerte que llevó a la suspensión de los cierres de campaña. Por primera vez en la historia, tanto el peronismo como Juntos por el Cambio definirán, en simultáneo, quién será su candidato a presidente. En Unión por la Patria, Sergio Massa competirá con Juan Grabois, en una interna que se pretende que afecte lo menos posible al ministro candidato ungido por Cristina Fernández de Kirchner. El objetivo del oficialismo es llegar al lunes con una elección de tercios consolidada y con Massa como el candidato más votado. O, al menos, con la marca UxP arribando a los 30 puntos. Ahí se jugarán las chances del peronismo de cara a la verdadera batalla: las generales del 22 de octubre.
JxC, mientras tanto, definirá el futuro de su alianza política. Será la batalla final entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich: solo uno (o una) emergerá como ganador y alineará luego a toda la tropa cambiemita detrás suyo. La preocupación principal de la alianza opositora, sin embargo, será llegar al lunes con una foto de unidad y que el runrún del lado perdedor no opaque lo que debería ser el triunfo de JxC como fuerza más votada.
En total habrá 22 fórmulas presidenciales compitiendo por 15 alianzas distintas, además de que algunas provincias definirán las candidaturas a gobernador, como la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y, en el caso de Ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gobierno porteño (en donde el PRO pondrá en juego las joyas de la abuela en una interna que enfrenta a Jorge Macri con Martín Lousteau). Sólo la provincia de Santa Cruz elegirá este domingo al sucesor/a de Alicia Kirchner. Será, a su vez, la primera elección presidencial en la que competirá el libertario de ultraderecha Javier Milei, y lo hará en un contexto de apatía y descontento que se anticipa que lo podría beneficiar electoralmente.