Rafaela estará bien representada en las próximas Olimpiadas Iberoamericanas de Biología en Colombia por una alumna de 5º año de secundaria del Colegio Normal. Se trata de Catalina Zenklusen y ante lo medios relató lo que fue esta experiencia y lo que le espera en este nuevo desafío. “Quedamos cuartos, fuimos la primera mención de honor al lado de escuelas grosísimas como el Colegio Nacional de Buenos Aires”, cuenta Cata con una mezcla de orgullo y humildad, al recordar su participación en la instancia nacional.
Ese resultado fue el pasaporte a una etapa aún más exigente: el preselectivo individual para integrar el equipo argentino que competirá a nivel internacional. Catalina viajó a Río Cuarto, donde rindió exámenes teóricos y prácticos “de carácter internacional”. El proceso incluyó una evaluación exigente con puntajes y orden de mérito. “Yo quedé sexta y, bueno, clasifiqué para viajar a Colombia”, relata con entusiasmo.
La experiencia no solo exigió conocimientos avanzados en biología, sino también una dedicación fuera de lo común. “La mayoría de los temas que a mí me tocan abarcar no están en la currícula de clase, entonces es un esfuerzo extra: de tarde y noche, estar sentada leyendo”, explica Catalina.
A ese esfuerzo personal se sumó un valioso acompañamiento colectivo: “Me ayudan exalumnos de la escuela, investigadores de instituciones como el INTA, el CONICET, la UNL, también hay profes… lo hacen desinteresadamente. Desde mi lado, puro agradecimiento”.
El examen que determinó su clasificación se rigió por criterios rigurosos. “Cada ítem tiene su puntaje… dependiendo de lo que esté mal, lo que esté bien, lo que esté más o menos, se le va dando cierto puntaje. Después se suma y eso va a un orden de mérito”, detalla.
El viaje será del 7 al 14 de septiembre, y la delegación argentina estará compuesta por tres estudiantes bonaerenses y una profesora de la Universidad Nacional de Río Cuarto que los acompañará.
Sin dudas que esta experiencia representará un desafío aún mayor para Catalina pero cada libro leído, cada noche sin dormir tratando de adquirir todos los conocimientos tendrán sin dudas su recompensa en el futuro para esta joven rafaelina que lleva el nombre de la ciudad hacia otros lugares.