El Gobierno estableció este lunes un esquema en el que mantiene suspendida hasta fines de 2023 la exportación de siete cortes parrilleros para garantizar el abastecimiento en el mercado interno, al tiempo que liberó de manera total los envíos de carne de vacas tipo D, E y toro, también denominadas de conserva o de manufactura.
Mediante las Resoluciones 301/21 y 302/21 publicadas este lunes en el Boletín Oficial, se instrumentó el paquete de medidas que establece un marco normativo para la comercialización y exportación de la ganadería argentina para los años 2022 y 2023.
«Se ha consensuado con las entidades de productores (y la industria frigorífica), con el objeto de dar previsibilidad y confianza a la ganadería argentina, garantizando la producción, la exportación y el consumo de los argentinos, en base a los análisis técnicos del sector», indicó el Ministerio en un comunicado.
La Resolución 301/21 libera en su totalidad las exportaciones vacunas de las categorías D, E y toros, así como de huesos con carne resultantes del desposte.
También establece la creación del «Observatorio de la Producción de la Carne Vacuna», que brindará asesoramiento para impulsar la productividad y generar un buen clima de negocios en la cadena de la carne.
A su vez, el Decreto 911/21 reserva para el mercado interno los cortes preferidos por los argentinos -asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, nalga, paleta y vacío– hasta el 31 de diciembre de 2023 inclusive.
En tanto, a través de la Resolución 302/21 abre el registro de exportadores por espacio de 60 días, para permitir la inscripción de grupos de productores y nuevas plantas.
El paquete de medidas también incluyó otra resolución -de manera conjunta con el Ministerio de Desarrollo Productivo- en la que se determina que las carnes vacunas destinadas al comercio minorista deberán salir de los frigoríficos en unidades de hasta 32 kilógramos, dejando de lado el sistema de media res.
La disposición, según el comunicado emitido por el Ministerio de Agricultura, responde a una solicitud formulada por las entidades gremiales del sector y los frigoríficos cuentan con un plazo de 6 meses para implementarlo.
Desde la cartera que conduce Julián Domínguez dijeron a Télam para la elaboración de estas medidas «se trabajó con toda la cadena de la carne y hubo una decena de reuniones con equipos técnicos para coordinar».
En ese marco, la Secretaría de Comercio Interior que conduce Roberto Feletti será quien deberá operativizar en los próximos días la llegada masiva de esos siete cortes en el mercado interno a precios accesibles.
En las semanas de Navidad y Año Nuevo estuvo vigente el acuerdo de precios alcanzado por la Secretaría en cinco cortes de carne a través de un acuerdo de abastecimiento de 20 mil toneladas que estableció el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería de la Nación.
Días atrás, Feletti dijo a Télam que ese programa funcionó «muy bien» y que se trabajará en adelante en «asegurar los siete cortes no exportables que lleguen también masivamente y que puedan estar al acceso de todos».
«No nos olvidemos que la carne ha sufrido un incremento de precios muy grande, así como el índice de alimentos ha tenido una baja, una parte importante por la cual esa baja no fue más pronunciada tiene que ver con la suba del precio de la carne que inclusive se va a reflejar ahora en el índice de diciembre, y sobre eso estamos trabajando», agregó el secretario.
Alberto Williams, presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías, dijo este lunes a Télam que tras las Fiestas el precio de la carne «se mantiene» y que las medidas para lograr una baja tienen que estar relacionada a «regular la exportación».
«La hacienda en pie está muy cara y no baja, hay que regular la exportación», afirmó.
Al presentar el plan ganadero GanAr, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, anunció en diciembre estas disposiciones y dijo que «hay un nuevo plan de ganadería. Ese plan es libre. Se garantizarán los siete cortes para el abastecimiento interno. Lo demás es libre».
El plan ganadero incluye además la creación de líneas de créditos para impulsar la producción a tasa subsidiada por $ 100.000 millones, cuyos destinatarios serán los productores de manera directa, con el objetivo de aumentar «el peso de faena y al porcentaje de destete», como así también estimular «la inversión en genética y sanidad animal».