En un contexto de inflación en descenso, los precios volvieron a mostrar señales de aceleración en la primera semana de diciembre. Un estudio privado, que monitorea la evolución semanal de los precios de los alimentos, indicó que ciertos ítems registraron incrementos de hasta 5,6%, destacándose productos de consumo masivo que impactan directamente en la economía de los hogares.
De acuerdo al informe, elaborado por la consultora LCG, la inflación de los alimentos, que había sido de sólo 0,1% en la última semana de noviembre, ascendió a 1% en la primera de diciembre. La suba, aunque parece discreta, le mete presión al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que ha venido desacelerando en los últimos meses.
De acuerdo a la medición de la consultora, en los últimos siete días se registró un incremento del 5,6% en el rubro de “bebidas e infusiones para consumir en el hogar”. Le siguieron los productos lácteos y huevos (4%), los aceites (0,7%) y las carnes (0,5%).
En tanto, no tuvieron ninguna variación las comidas listas para llevar, pero bajaron de precio los productos de panificación, cereales y pastas (-0,2%), el rubro de azúcar, miel, dulces y cacao (-1,7%), los condimentos (-2,2%), las frutas (-2,9%) y las verduras (-3,4%).
Promediando las subas y las bajas es que se obtiene la variación del 1% mencionada anteriormente.
El porcentaje de productos con aumentos de precios se incrementó 6 pp (23% del total), casi en su totalidad restados de los productos con caídas de precios en la semana previa (-5 pp; 13% del total).
La inflación esperada para noviembre
El próximo miércoles 11 de diciembre del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publica la inflación de noviembre. Por lo pronto, las consultoras están lanzando diferentes pronósticos, que en su mayoría marcan también una aceleración respecto al mes previo.
“Octubre había marcado un registro de 2,7% mensual, un mínimo desde noviembre 2021. No obstante, noviembre presentó los aumentos usuales de regulados (prepagas, teléfonos, y electricidad, gas y agua) y otros que no estuvieron presentes el mes anterior (combustibles y taxis a mediados de mes en el AMBA) y contará con un mayor aporte de estacionales dada la altura del año”, explicaron desde LCG.
“Asumiendo que la inflación se sostiene en niveles similares a los de octubre (2,9%), difícilmente veamos una nueva baja de la inflación. De hecho, estimamos que noviembre y diciembre mostrarán una pausa en el proceso de desinflación, el que podría retomarse ya en 2025, aunque a un ritmo más lento y sujeto a riesgos, como la reversión de las expectativas de depreciación que hoy son prácticamente nulas”, observaron los analistas.
“La eliminación del Impuesto País y la flexibilización de las importaciones a partir de diciembre actuarán como medidas de disciplinamiento de precios que, en principio, sólo moderarían los aumentos estacionalmente más elevados del último mes del año. En concreto, esperamos niveles de inflación de 2,9% para noviembre y apenas por encima de 3% para diciembre, lo que llevaría a cerrar el año con una inflación del 120% comparando contra diciembre 2023 (220% a/a promedio)”, cerraron.
Otras consultoras mantienen una mirada similar. Tanto EcoGo como Fundación Libertad y Progreso sostienen que el IPC del penúltimo mes del año será del 2,9%. Por su parte, C&T Consultores estima que la inflación de noviembre será del 2,6%, mientras que la de diciembre “se acercaría más al 3%”.
En este escenario, los consumidores enfrentan un cierre de año marcado por la cautela y la necesidad de ajustar sus presupuestos ante los aumentos en productos esenciales. Si bien los salarios han recuperado parte del poder adquisitivo perdido luego de la devaluación, aún se encuentran en desventaja y las estadísticas de consumo no repuntan.