El ejército de Rusia anunció este domingo que mató a «180 mercenarios extranjeros» en ataques contra la localidad de Staritchi y la base militar de Yavoriv, en el oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Polonia.
«Como resultado del ataque, hasta 180 mercenarios extranjeros y una gran cantidad de armas extranjeras fueron eliminados», aseguró el vocero del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, informó la agencia de noticias AFP que no pudo confirmar la cifra de manera independiente.
Según Konashenkov, los disparos destruyeron un centro de entrenamiento para combatientes extranjeros, así como un lugar para almacenar armas y equipos militares entregados a Ucrania. Estos ataques se llevan a cabo mediante «armas de alta precisión y largo alcance», precisó Konashenkov, sin ofrecer más detalles, y agregó que «la eliminación de mercenarios extranjeros que lleguen a Ucrania continuará».
Además, en la base militar de Yavoriv, resultaron heridos ciudadanos de Países Bajos afiliados a la legión de combatientes extranjeros voluntarios.
Así lo comunicó el coordinador nacional neerlandés de combatientes, Gert Snitselaar que agregó que se trataba de un número incalculable de personas, informaron el medio local De Telegraaf y la agencia de noticias italiana ANSA.