Todos los amantes del cine de Hollywood habrán visto infinidad de veces escenas en el despacho del presidente de Estados Unidos, la llamada «oficina oval», por el diseño arquitectónico que tiene. La Casa de Gobierno de Santa Fe es conocido como Casa Gris, y a semejanza de la Casa Blanca de Washington, también su despacho principal tiene forma oval. Se ven dos grandes escritorios de lustrosa madera añeja, un gran retrato del Brigadier Estanislao López; un par de tinteros de bronce muy antiguos, dos banderas de Ceremonias -la Argentina y la de Santa Fe-, un pequeño portaretratos con la reproducción de la tapa de un diario que lo muestra en pose triunfante tras las elecciones del año pasado, un celular a mano; una gran araña que luego el anfitrión explicará que tiene particularidades especiales. La escenografía de un despacho amplio que revela un uso mayoritariamente protocolar.
Allí el gobernador Maximiliano Pullaro recibió a un equipo de RAFAELA NOTICIAS y BIEN DESPIERTOS para una entrevista exclusiva, mano a mano. Vestido con un suéter negro sin detalles, pantalón oscuro y zapatos del mismo tono, el primer gesto de Pullaro es agradecer la visita «poque se vinieron hasta acá. Para mí es importante, por intermedio de ustedes, conectar y comunicarle a la gente que los sigue, que los mira y poder tener una charla mano a mano».
Naturalmente al gobernador se lo ha entrevistado muchas veces. Pero no siempre se da la oportunidad de hacerlo en su propio despacho, rodeado de los simbolismos que tiene la Casa Gris. El disparador de la propuesta -que nació de RAFAELA NOTICIAS y fue bien acogida por el propio mandatario en oportunidad de su última visita a la ciudad, cuando se realizó el sorteo de los 315 lotes- fue trazar un primer balance de gestión, transcurridos los primeros seis meses (se cumplirán el lunes próximo) de gobierno y desde esa premisa, analizar una diversidad de temas que impactan sobre Rafaela, la región y la provincia.
-¿En qué le parece que se ve la mano de Pullaro gobernador al cabo de estos primeros seis meses?
– Siento que fueron seis meses muy difíciles. Primero, porque el país tuvo muchos cambios y, segundo, por la provincia. Nos encontramos con una provincia que tenía déficit fiscal y con una gran deuda flotante, no por culpa del gobernador saliente, sino, por circunstancias que se dieron- Sequía e inflación hicieron que baje la recaudación e indudablemente eso impactó en las arcas de la provincia. Entonces, el desafío nuestro era ordenar eso con las cuestiones urgentes como la seguridad pública, la violencia, fundamentalmente, el reordenamiento del sistema educativo, poner en marcha el sistema productivo, tener programas, tener planes. Apuntamos ahí, a fortalecer todo el sector del campo, de la industria, del comercio. Creo que fueron seis meses intensos donde logramos cumplir los objetivos y ahora viene toda la etapa en donde queremos empezar a potenciar a la provincia de Santa Fe y mejorarla, claro.
– En lo personal, ¿cómo vive el día a día un gobernador de la provincia inmerso en este clima que tenemos político, social, económico? ¿Cómo impacta en su vida personal? ¿Qué pasa detrás del gobernador y una persona de carne y hueso?
– Yo estoy muy feliz, muy contento. La verdad que veo los problemas, pero los quiero enfrentar a esos problemas, no les esquivo. A mí me halaga, me gusta mucho el rol institucional que tengo hoy en la provincia de Santa Fe y me siento muy entusiasmado. Me dan ganas de no perder un solo minuto, de no perder tiempo, de estar encima de las cosas, de estar encima de los problemas, de estar ahí trabajando. Llego retemprano a la Casa de Gobierno y me voy tarde y disfruto. Los sábados estoy a la mañana obviamente y a la tarde estoy trabajando y armo reuniones o recorro y los domingos recorro la provincia. No quiero perder un solo minuto. A veces me dicen ‘tenemos un viaje institucional’ y a mí me cuesta, a mí me gusta estar acá. La verdad es que vivo esta responsabilidad con mucha pasión, mucha expectativa y mucho entusiasmo al lugar Agradezco todo el tiempo la oportunidad que me dieron los santafesinos y el honor que me dieron de estar acá.
La seguridad y el reloj biológico
– Gobernador, ¿cómo fue ese paso de una función más operativa como ministro de Seguridad, que usted ya ha tenido mucha experiencia en ese sentido, a una función más Ejecutiva y estratégica, más de tomar las decisiones en una provincia donde la violencia claramente ha sido un gran flagelo y que todavía hoy, a pesar de todos los esfuerzos que se han hecho, sigue siendo un tema de agenda?
– Mire, dos o tres cosas. Este es un cargo distinto. Ser gobernador es un cargo que uno lo disfruta mucho porque tiene muchas cosas buenas para contar, para planificar, para llevar adelante, muchos cambios que los va anotando. Puede ayudar mucho y resolver muchos temas. Ser ministro de Seguridad es un cargo muy, muy pesado, porque comienza tu día a las seis de la mañana y ya tenés 40 temas que tenés que intervenir y llega el mediodía y tenés 80 temas más y llega la noche y tenés 50 temas más. Es muy duro ser ministro de Seguridad por eso, nadie aguanta. El único que estuvo cuatro años fui yo, porque tuve un gran gobernador arriba mío, que fue Miguel Lifschitz.
– Además, con la cuestión de la seguridad uno imagina que se va a dormir pensando en lo que puede pasar con el teléfono.
– Claro. En mi caso ya pasaron cuatro años que dejé ese cargo, cuatro años y medio que dejé ese cargo y me sigo despertando cada dos horas y agarrando el teléfono celular. Pero es algo exacto: me levanto, me despierto a la una de la mañana, me despierto a las tres de la mañana y me despierto a las cinco de la mañana. Si no agarro el teléfono para chequearlo siento ansiedad. Es algo que en los cuatro años que fui diputado, que era distinto, seguía el mismo reloj biológico, despertándome en la hora exacta.
Esta es la primera parte de la entrevista. En los próximos tramos, que publicaremos en días sucesivos, el mandatario provincial hablará de su relación con la Nación, del desafío económico, de cómo responder a las demandas de seguridad y de obras públicas de Rafaela y la región, de la política de viviendas, de las negociaciones con los gremios estatales y de otros temas de interés para la ciudad y la zona.