La jueza Cristina Fortunato dispuso dictar la prisión preventiva de Marcelo Nicolás Sosa, un joven al que la fiscal Lorena Korakis imputó como presunto autor de dos robos calificados cometidos en Sunchales, en agosto y el 11 de noviembre último, y de una tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, así como abuso de armas, en el que resultaron heridos dos jóvenes en la madrugada del sábado último.
La acusación más grave que pesa sobre Sosa -quien fue asistido por el abogado defensor Alejandro Ote- es la de haber disparado «a matar» contra Pablo V., otro joven con el que mantenía diferencias personales. Según el relato de Korakis, Sosa llegó en moto acompañado de una mujer y luego de intercambiar algunas palabras con su víctima, le disparó desde una distancia no mayor a 5 metros. Le pegó cuatro tiros: uno en el pecho, otro en un antebrazo y dos en las piernas.
Para el abogado defensor, fueron tiros «a la silueta» de la víctima, por lo que no se puede hablar de tentativa de homicidio, sino de un simple abuso de armas. «A cinco metros, si lo quería matar le tiraba a la cabeza o todos al pecho», planteó Ote. Para la fiscal, en cambio, no hay dudas. tiró a matar y si no lo logró fue por motivos ajenos a su voluntad. Lo mismo opinó Fortunato a la hora de anticipar su decisión de la prisión preventiva. «»No es necesario que a alguien le peguen un tiro en la cabeza o en el medio del pecho para figurarnos que el atacante lo quiso matar», graficó la magistrada. En el hecho hubo otro herido leve y si no se produjo una desgracia mayor fue porque varios de los que estaban en la zona corrieron a refugiarse detrás de autos para evitar ser alcanzados por algún «rebote».
A Sosa le dicen «Flaco» y el apodo no es casual. De estatura cercana al metro ochenta centímetros, el muchacho tiene una contextura donde sobresale la estructura òsea y es muy delgado. Tampoco eso lo favoreció: varios testigos no tuvieron dudas en señalarlo como responsable del ataque en el autòdromo. Y las cámaras de seguridad que lo comprometen en los otros hechos también permiten apreciar esa fisonomía.
Las evidencias
Una moto marca Motomel, modelo Blitz, de 110 cc. es una moto ´cualquiera», como hay cientos en las calles de Rafaela. Pero no son tantas las motos de ese modelo que tienen una llanta cromada y otra negra. Que además tiene algunas caracterìsticas especiales, como la falta de espejos retrovisores y algunos plásticos con distintivos característicos.
Esa moto aparece en las imágenes de cámaras de seguridad luego de un par de robos violentos en Sunchales. En agosto, a una agencia de Quiniela propiedad de Aldo Trinchieri, ubicada en calle Rotania de esa ciudad. También saliendo de la zona del Cementerio Municipal sunchalense, tras una cita para la venta de un teléfono celular acordada a través de redes sociales que terminó con amenazas con cuchillo al comprador. La víctima, un jovencito de Tacural, se quedó sin los diez mil pesos que llevó para comprar el aparato supuestamente en venta y terminó llamando, en medio de una criiss de llanto, a su hermana que le habia facilitado el dinero, para contarle el momento vivido tras recibir una amenaza contundente: «si me seguís te cago a puñaladas».
Finalmente, lo más significativo: también la moto aparece en las imágenes del Centro de Monitoreo municipal de Rafaela, en la madrugada del último sábado, tras el hecho en el que Pablo V. fue baleado casi a quemarropa en medio de una multitud superior a las mil personas que estaban en ese lugar, como suele ocurrir los fines de semana en que los adolescentes y jóvenes se juntan para escuchar música y compartir bebidas.
En los procedimientos realizados por la AIC fueron secuestrados un casco -también coincidente con el tipo de casco utilizado por el protagonista de los hechos investigados- y ropas. Aunque el abogado defensor hizo esfuerzos por relativizar el peso de las evidencias, finalmente Fortunato decidió declarar la preventiva sin plazos. Así, el Flaco -que no registra antecedentes condenatorios- tendrá que esperar entre rejas las pròximas instancias del caso.