El gobierno nacional decidió intervenir en el conflicto del fútbol argentino: la ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anticipó que una de sus primeras tareas como senadora será investigar la gestión de la AFA.
Bullrich apuntó directamente al presidente de la entidad, Claudio “Chiqui” Tapia, denunciando “discrecionalidad total”, irregularidades en administración, y relaciones de dependencia que, según ella, mantienen a los clubes “como rehenes”.
Cuestionó además la democracia interna de la AFA: criticó el sistema de elección indirecta de autoridades y advirtió que pocos clubes deciden sobre muchos, lo que —en su visión— atenta contra la transparencia y representa “un sistema extorsivo”.
Aunque no descartó una posible intervención estatal, Bullrich aclaró que por ahora su enfoque será legal y parlamentario, desde el Congreso, analizando estatutos, normas internas y ordenamientos de la AFA.






