Miles de personas acompañaron este sábado con aplausos, cánticos y agradecimientos la salida de la virgen desde la Parroquia de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, antes de comenzar a caminar hacia el Santuario de Luján, en la edición número 48 de la Peregrinación Juvenil.
Tras finalizar la misa que comenzó a las 9 en la Parroquia de San Cayetano, ubicada en Cuzco 158, los peregrinos se congregaron en torno de la imagen de la virgen, en dirección a la avenida Rivadavia, mientras el obispo auxiliar de Buenos Aires Juan Carlos Ares bendecía a los fieles en la calle.
En un clima festivo, la imagen de la «madre de Luján» salió de la parroquia a las 10 entre rezos y al grito de «¡Viva María!, que no nos deje solos que la vamos a acompañar», en una jornada soleada y primaveral.
Afuera de la parroquia, un grupo de jóvenes llevaba una bandera con la leyenda «Puertas abiertas del Hogar de Cristo» al tiempo que cantaban y aplaudían.
«Venimos a acompañar a los chicos del Hogar de Cristo, a quienes están en situación de riesgo para que tengan fe», dijo a Télam el operador terapéutico de ese centro barrial de la ciudad bonaerense de La Plata, Juan José Cortés.
El joven, quien forma parte de la coordinación del centro, contó que el lugar acompaña a jóvenes que atraviesan problemas de adicción, se encuentran en situación de calle o salieron de la cárcel.
«Es la primera vez que peregrino, busco la paz y curarme de una vez por todas», dijo, por su parte, Lucas Díaz, de 38 años, quien está internado en una clínica para recuperarse de su adicción a las drogas, lugar al que llegó por el Hogar de Cristo.
A un costado de la Parroquia, los tradicionales puestos de feriantes ofrecían discos colgantes para vehículos con la imagen de la virgen a 300 pesos, llaveros a 250, velas a 150 y rosarios de madera a 300.
Debajo de una bandera colgada frente a la parroquia que pedía por «Ni un pibe menos en la droga», Miriam Catri, de 50 años, y su hija Julieta, de 25, oriundas de las localidades bonaerenses de Berazategui y Avellaneda, se colocaban cinta adhesiva en los dedos de los pies para «evitar las ampollas» antes de iniciar la caminata.
«Yo vengo por segunda vez y mi hija por tercera, pero mi mamá viene desde hace 25 años y gracias a ella, empezamos a peregrinar para agradecer, pedir por salud y trabajo», contó Miram, sentada en el cordón de la vereda frente a la Parroquia, lista para recorrer los 60 kilómetros hasta la Basílica de Luján.
La mujer dijo que cuando su padre murió de cáncer sin conocer a su nieta llevaron a su mamá «a la peregrinación de nuevo y eso la levantó».
Otro grupo de jóvenes del partido bonaerense de Trenque Lauquen, que caminaban junto a la virgen de Luján, llevaban un carrito con música y una imagen de la «Virgen De Los Dolores», símbolo religioso local.
«Cada comunidad trae su imagen distintiva, nosotros venimos con grupos de varias ciudades, somos 380 caminando y 42 como apoyo, para ofrecer comida y bebida», contó Facundo Sotullo, de 43 años, de esa localidad, quien peregrina hace 16 años de forma interrumpida y vuelve a «agradecer por la familia que tengo».
Según señaló el hombre, cada familia paga 12 mil pesos para la comida, bebida y el micro que los trae hasta el kilómetro 0 del recorrido, la parroquia de San Cayetano.
El maratonista Rodolfo Miguel Romero, de 56 años, que integra ese grupo, contó que peregrinó por primera vez hace 15 años «para cumplir una promesa» que hizo cuando la operaron a su hija por un tumor «y al final fue benigno y estuvo bien».
«Esa vez, corrí desde Trenque Lauquen hasta Luján, unos 384 kilómetros, para agradecer; y esta vez voy caminando porque está bueno creer en algo», compartió con Télam.
Los detalles
Esta edición de la tradicional peregrinación a Luján se realiza bajo el lema «Madre, míranos con ternura, queremos unirnos como pueblo».
La imagen de la Virgen de Luján, que fue bendecida por el papa Francisco en Brasil en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud 2013 y visitó todo el país, comenzó su recorrido de 60 kilómetros hasta el santuario de Luján, donde se calcula arribará a las 3 de de la madrugada del domingo.
Este año, la diócesis de Morón es la encargada de trasladar la imagen religiosa a lo largo del camino, mientras que el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires, presidirá a las 7 la tradicional misa en la Plaza Belgrano, frente a la Basílica de Luján.
La Peregrinación Juvenil a Luján es un acontecimiento religioso multitudinario y tradicional donde los creyentes renuevan «la fe mariana del pueblo argentino» y caminan «a los brazos de la Madre de Luján con sus propias intenciones, las de sus familias, sus amigos y las del país».
La comisión Arquidiocesana de Piedad Popular preparó el trayecto y dispuso de 6.500 voluntarios para colaborar con 40 puestos de apoyo y 60 puestos sanitarios (identificados con carteles a lo largo de la ruta), con el objetivo de que cada peregrino camine cómodo y seguro.
Asimismo, los fieles dispondrán de un mapa interactivo con la ubicación de los puestos sanitarios y de apoyo, desde el sitio web www.peregrinacionlujan.org.ar y a través de las redes @LaPereLujan.