La empresa Mahle comunicó en estos días la fecha de las vacaciones a su personal y la novedad no cayó bien entre algunos empleados. Uno de los delegados de la firma, Gerardo Meschler, expuso en el mediodía de hoy el malestar que generó la situación planteada y pidió que la empresa haga análisis de la situación para rever la medida.
Sucede que Mahle resolvió, como lo viene haciendo en los últimos años, hacer una «parada de planta» entre el 19 de diciembre y el 1 de enero. Ese lapso incluye a los dos feriados, del 25 de diciembre y del primero de enero.
Meschler -quien es uno de los doce delegados de los trabajadores de la empresa y fue el único en hablar, dado que se trata de evitar cualquier tipo de represalia-, señaló que «esa decisión nos afecta en el bolsillo, porque al no poder cobrar los feriados perdemos unos 13 mil pesos. Todos sabemos cuál es la situación de los trabajadores metalúrgicos en el país y sabemos que para Mahle no representa nada lo económico: acá producimos 2 millones de válvulas por mes, estamos caminando arriba de las válvulas, pero a nosotros nos afecta».
Meschler en todo momento subrayó que no hay un conflicto y que la empresa está actuando legalmente, porque notificó con la debida antelación la «parada de fábrica». Recordó que Mahle justificó la medida en el marco de una empresa global donde este tipo de decisiones se toman a nivel mundial y exceden al nivel de jerarquía de las autoridades locales de la empresa.
No obstante, indicó que hay otras razones para pedirle a Mahle que revea esta situación. «Nosotros trabajamos, sobre todo en el área de forja, con hornos que procesan materiales a altísimas temperaturas. Arrancar el 2 de enero, con las temperaturas que tenemos en esta región, es inhumano».
Además, agregó otras consideraciones. «No podemos pensar en vacacionar fuera de Rafaela. Si fuera por lo económico, no nos podemos ir ni un fin de semana al Roda. Pero si quisiéramos hacer un viaje familiar, no se puede planificar siquiera».
Cabe recordar, por ejemplo, que este año los niños terminarán las clases el 23 de diciembre, con lo cual la primera semana de vacaciones obligadas definida por Mahle no contempla que los hijos de los trabajadores estarán en la escuela. Y si la esposa del trabajador también es empleada en alguna otra empresa, muy difícilmente sus vacaciones coincidan con las del marido.
Meschler reconoció que «dependemos de la buena voluntad de la empresa para hacer caso a nuestro planteo». Pero pidió que se contemplen estas situaciones y que se replantee la «parada de planta» para las dos primeras semanas de enero, reprogramando las vacaciones del personal.
Finalmente, se aclara que también se hizo presente frente a la planta un representante de la Comisión Directiva de la UOM, Ronald Tavella, quien en cierta manera desautorizó a Meschler, pero ratificó que no hay conficto gremial y que la empresa acordó con la mayoría de los delegados -aunque reconoció que puede existir malestar de algunos trabajadores- el pago de las obligaciones de convenio, como el aguinaldo, las vacaciones y la quincena, todo para antes del 19 de diciembre, así como también la entrega de un bolsón navideño y de un bono de compras especial.