«Soy tornero mecánico. Me considero un ciudadano de izquierda, un socialista refinado porque defiendo la propiedad privada, la libertad de organización y el derecho de huelga», dijo en las últimas horas del jueves Lula al Programa de Ratinho, un animador televisivo de corte popular conservador que es el padre de Carlos Massa, gobernador bolsonarista del estado sureño de Paraná.
En una entrevista que se pareció a una conversación de un bar brasileño, Lula dijo que hay que buscar «armonía» en las relaciones de trabajo.
«Este mundo es medio loco. Si soy empleado y pido un aumento justo y la empresa me lo niega no pasa nada con el empresario. Entonces el trabajador va a la huelga y la policía reprime al trabajador y nunca al empleador. Por eso quiero construir un mundo más armónico. Volver a que el pueblo sea feliz», dijo Lula, líder en las encuestas.
Reivindicó a Rousseff
Lula reivindicó a la expresidenta Dilma Rousseff al afirmar que no cometió delitos fiscales -el motivo técnico por el cual fue derrocada por un juicio político en 2016- y calificó de «golpe» su destitución.
Vinculó aquél suceso con la política petrolera que había llevado adelante el Partido de los Trabajadores (PT), elevando al 75% las regalías que debían pagar las empresas para el Estado y así financiar un superfondo para la salud y educación.
«Queríamos hacer refinerías, exportar derivados y productos con valor agregado. Hicimos el fondo con las regalías aumentadas para el 75%. Todo eso se terminó con el golpe contra Dilma», dijo Lula durante la conversación desconstracturada en la que comentó que de vez en cuando le gusta tomar una cachaça (el destilado de caña de azúcar brasileño).
Ratinho, el animador que es uno de los magnates de la televisión y está aliado a Bolsonaro, reconoció que él ganaba más dinero en los años de Lula.
Salarios superiores a la inflación
«Tu público vivía mejor, comía picaña, viajaba, la pasaba bien. Muchos subieron por primera vez a un avión y los ricos me decían que los aeropuertos se habían convertido en terminales de micros», dijo Lula, quien afirmó que va a elevar por encima de la inflación el salario mínimo para permitir acelerar la rueda del consumo popular para generar mayor producción en la industria local.
«El pueblo sabe que soy mejor que Bolsonaro», afirmó Lula, que calificó al mandatario como un «ignorante que no quiere aprender».
El exmandatario pidió a la población, al cierre de la entrevista, que vaya a votar el 2 de octubre. «Vaya a votar porque después uno gana el derecho de quejarse, de asumir responsabilidades», dijo el exsindicalista previendo que la abstención podría perjudicarlo debido a que su masa de votantes que hace la diferencia es la que cobra menos de 400 dólares mensuales y la que más problemas de movilidad tiene a la hora de desplazarse para votar.
«Tu público vivía mejor, comía picaña, viajaba, la pasaba bien. Muchos subieron por primera vez a un avión y los ricos me decían que los aeropuertos se habían convertido en terminales de micros»Luis Inacio Lula da Silva
El jueves a la noche la TV Globo y el diario Folha de Sao Paulo divulgaron la encuesta Datafolha que otorga la victoria a Lula por sobre Bolsonaro.
Las encuestas
El líder del PT aumentó sus chances para ganar en primera vuelta las elecciones del 2 de octubre ya que cuenta con 47% de intención de voto contra 33% de Bolsonaro.
Lula avanzó dos puntos respecto de la semana pasada mientras Bolsonaro se mantuvo estable.
En tercer lugar aparece Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), con 7%, mientras con 5% se encuentra la senadora Simone Tebet y con 1% Soraya Thronicke, de Unión Brasil.
Los que dicen que votarán en blanco o anulado sumaron 4% y no sabe 2%.
El sondeo ratificó al líder del PT como favorito a ganar la presidencia sin balotaje ya que tiene 50% de los votos válidos (sin blancos o nulos, tal como lo cuenta la justicia electoral) contra 35% de Bolsonaro.
En Brasil hay que tener la mitad más uno de los votos para evitar el balotaje.
Según Datafolha, como el margen de error es de dos puntos, no es posible afirmar que la elección será o no decidida en la primera vuelta.
La encuesta fue realizada entre 6.754 personas en 343 municipios entre el martes y este viernes.
Lula está basando su fortaleza en el segmento más pobre de la población, con 57% contra 24% de Bolsonaro. Según datos no oficiales, esta población representa al 51% del electorado.
Bolsonaro, en cambio, domina por 45 a 38 entre los considerados más ricos, que son los que ganan más de 2400 dólares mensuales.
Para la segunda vuelta del 30 de octubre, Lula sumó 54% contra 38%.
En cuanto al rechazo, el 52% afirmó que no votaría de ninguna manera a Bolsonaro mientras que esa misma convicción es del 38% cuando se trata de Lula.