En respuesta a una pregunta parlamentaria del partido opositor La Izquierda – la mayor fuerza alemana de centro-izquierda – la cartera dijo que en el primer semestre de 2022 se organizaron 35 concentraciones de extrema derecha, mientras que durante el año en curso se registraron hasta ahora 110.
«La fuerza de movilización vuelve a aumentar después de la pandemia«, dijo Petra Pau, de La Izquierda y vicepresidenta del Bundestag (Cámara baja), según consignó la agencia de noticias DPA.
Pau denunció que la mayoría de las protestas fueron dirigidas contra los refugiados y subrayó la importancia de evitar que «los ánimos extremadamente hostiles se asienten en un nivel similar al de principios de la década de 1990 y de 2015».
En 2015, la principal economía de Europa recibió a más de 1,2 millones de refugiados y otros migrantes.
En este contexto, el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD por sus siglas en alemán) está creciendo en las encuestas y recientemente logró sus primeros dos triunfos en unas elecciones locales.
En un sondeo realizado por el instituto Insa para el periódico dominical Bild am Sonntag, AfD se ubica en el 21% de intención de voto, solamente por debajo de la alianza conservadora CDU/CSU que obtuvo el 27%.
En tanto, los gobernantes socialdemócratas (SPD) llegaron al 19% de adhesión.
En sintonía, un sondeo del 29 de junio realizado por el Instituto Sinus de Investigación Social reveló que el segmento de clase media de los votantes de la AfD pasó del 43% hace dos años al 56% en la actualidad.
«Lo que estamos viendo actualmente es que las clases medias más jóvenes y modernas, que en realidad están mejor educadas, también están mostrando afinidad con la AfD», dijo Silke Borgstedt, directora del Instituto Sinus, a la cadena local Deutsche Welle.