La ciudad de Bahía Blanca fue azotada por una tormenta de gran magnitud en la madrugada del viernes, dejando un saldo devastador. En solo cuatro horas, las lluvias superaron los 200 mm, provocando graves inundaciones en varios barrios y obligando a evacuar a más de 1.400 personas. Las autoridades confirmaron hasta el momento 16 víctimas fatales y reportaron la desaparición de 128 personas, entre ellas dos hermanas de 1 y 5 años.
El Hospital Penna colapsó por la cantidad de personas afectadas, mientras que el aeropuerto debió ser cerrado. La tormenta forzó además la suspensión del transporte público y de todas las actividades en la ciudad. Las clases permanecerán suspendidas el lunes y martes.
En medio de la emergencia, organizaciones como Cáritas, clubes de fútbol y diversas entidades lanzaron una colecta nacional para asistir a los damnificados. Desde hoy y durante toda la semana, distintos clubes estarán recibiendo donaciones.
El impacto del temporal no solo se mide en pérdidas humanas, sino también en las consecuencias económicas de este desastre, considerado uno de los más graves en la historia argentina. En tanto, el presidente Javier Milei decidió monitorear la situación desde Olivos, tras una semana marcada por reveses políticos.
