La caída en la producción nacional de arroz y el cierre de exportaciones del cereal desde la India -el mayor proveedor global- a mediados de año, produjo un salto en los precios internacionales y aceleró la exportación del producto desde los mercados sudamericanos (Argentina, Uruguay y Brasil) que no son abastecedores habituales de escala pero que abrieron una ventana de oportunidad con la situación internacional. Eso está impactando por estas horas en las góndolas del país, donde el producto empieza a escasear o su comercialización se limita por clientes.
Cabe recordar que Santa Fe, Chaco, Entre Ríos y Corrientes reportaron un 21% menos en la cosecha de arroz del ciclo 2022/23. La superficie cultivada registró una caída del 16 % (34.800 ha). Y aunque el clima seco, como ocurrió por tercer año consecutivo a causa de La Niña, es favorable al cultivo, «se registraron severos inconvenientes en las labores de riego que provocaron la pérdida del 9 % (17.150 ha) del área sembrada», según reportó la Bolsa de Comercio de Santa Fe sobre el final del pasado mes.