El Ejecutivo nacional intensifica reuniones con gobernadores para conseguir su respaldo en el Presupuesto, cambios impositivos, modernización laboral y otras reformas prioritarias.
Al mismo tiempo, la Casa Rosada despliega una estrategia política para arrebatarle al PJ la primera minoría en la Cámara de Diputados y el Senado de la Nación, lo que le permitiría controlar comisiones clave y limitar el poder de veto de los peronistas.
Las ofertas a las provincias incluyen obras, créditos internacionales, cancelación de deudas y descentralización de decisiones, todo con la intención de consolidar una “coalición de las reformas” que impulse el nuevo rumbo económico del gobierno.






