Un incidente importante se produjo poco después de las 19 en una veterinaria ubicada en Eduardo Oliber al 300, en el barrio Mosconi, luego que una familia llevara a una cachorra de dogo de 9 meses para una atención rutinaria ante una descompensación que tenía la perrita, con el resultado de que el animal murió, presuntamente por una práctica ocurrida en el interior del establecimiento.
«Trajimos a la perra a atenderla, se la entregamos al veterinario y al rato vino a decirnos que él se la dio a su ayudante para aplicarle un medicamento y que no sabe qué pasó, pero que la perrita murió», dijo un hombre integrante de la familia propietaria de la mascota.
Lo cierto es que aparentemente los dueños de la perrita se indignaron por lo sucedido y comenzaron a increpar al veterinario, generándose una gresca que se hizo más seria cuando algunos de los protagonistas fueron a la vereda y a la calle. Llegó la policía y hubo que cortar el tránsito en Oliber y San Lorenzo, debido al tumulto generado.
Pasadas las 20 la situación era de una tensa calma pero los familiares se negaban a retirarse del lugar sin tener precisiones sobre lo sucedido.