Entre Buenos Aires y Washington transcurren las horas finales de negociación fina para un acuerdo entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario que en los aspectos gruesos ya tiene forma y que será sometido a la discusión final en el directorio sobre el cierre de la semana. Los números finos y la letra chica que serán el cuerpo del programa son revisados hasta último momento en los dos lados de la mesa negociadora.
El esqueleto del acuerdo que ya se conoce es que se trata de un programa de formato Extended Fund Facility (EFF), que será por un monto total de USD 20.000 millones, que tendrá una desembolso más amplio de lo normal para este tipo de convenios, que el dinero que reciba el Tesoro será utilizado para la recompra de Letras Intransferibles y que como resultado de esa operación el Banco Central contará con más dólares y se desprenderá de un activo de baja consideración.
También se conoce que el programa tendrá una duración de cuatro años, en los cuales habrá, como es habitual, un esquema de revisión trimestral de metas fiscales, monetarias y de acumulación de reservas -este último uno de los puntos centrales de la pulseada entre el Poder Ejecutivo y el organismo-, que habrá 4 años y medio de plazo de gracia sin que sean exigibles pagos que correspondan a este nuevo EFF y que la extensión llega a 10 años al tomar en cuenta el esquema de devolución de todos los fondos.
Por otra parte, el acuerdo incluiría un esquema más flexible de tipo de cambio que modifique el “armazón” cambiario vigente hasta el momento, compuesto por el sistema de dólar blend que dirige el 20% de la liquidación de exportaciones hacia el contado con liquidación, el crawling peg de 1% mensual y un grupo de restricciones que todavía se sostienen como parte del cepo. Se prevé un esquema de flotación administrada sin una devaluación discrecional del tipo de cambio inicial como parte del programa.
La velocidad y profundidad con la que el Gobierno ejecute cualquier cambio en el plan económico parece estar determinado de manera decidida por el tamaño que tendrá el desembolso inicial que debata y, eventualmente apruebe, el directorio. Además del apoyo financiero desde el Fondo Monetario habrá otra porción de otros organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID y la CAF que ensancharían esa cuenta. El ministro Luis Caputo habló de la chance de alcanzar USD 50.0000 millones de reservas brutas, pero para eso requeriría duplicar el nivel de arcas brutas hoy en poder de la autoridad monetaria.