9 de Julio no dejó pasar la oportunidad que inesperadamente surgió tras la decisión del Consejo Federal de AFA de agregar una opción más de ascenso y en una nueva final que disputó en la tarde de este domingo, esta vez en Santiago del Estero, concretó su largo sueño de volver al Federal A del fútbol argentino, al vencer a Camioneros del Norte, de Salta, por 3 a 1.
En un partido jugado en el estadio de Güemes, en la capital santiagueña, el León, dirigido por Marcelo «Satanás» Werlen, fue muy superior a su adversario y estableció claras diferencias desde el principio. A los 9′, un tiro libre ejecutado por Agustín Vera desde la medialuna le dio la primera ventaja al León, con un remate que se metió junto al palo que defendía Santiago Nogales.
A partir de esa diferencia inicial, el equipo rafaelino construyó un trámite totalmente favorable, ante un rival que daba enormes ventajas y no lo inquietaba. Tanto, que cuando ya el «9» merecía largamente el segundo gol llegó un penal, a los 29′, que Velazco desperdició estrellando el remate en un palo.
Siguieron las oportunidades para el León rafaelino y a los 42′ llegó otro penal correctamente sancionado, luego que un centro atrás despachado por un atacante juliense diera en el brazo de un defensor salteño. Esta vez fue Agustín Sequeira el que cobró la sanción y lo hizo con clase, esperando el movimiento del arquero para que el «9» se fuera al descanso con una ventaja tranquilizadora, pero a la vez con la sensación de que faltaba más puntería para liquidar la historia.
Los peores presagios que desatan los goles errados en el arco de enfrente anidaron en las almas julienses cuando a la salida de un córner, a los 20′ del complemento, Alsogaray descontó para Camioneros y le llenó el corazón de preguntas a la buena cantidad de hinchas que llevó el rojiblanco a Santiago. La calma retornó a los 30′ del ST, cuando fue Larrea el que empujó en el área chica una pelota que quedó picando luego de un rechazo a medias de un defensor tras una fallida definición de Ibáñez.
Con Camioneros derrotado, sólo quedó esperar el paso de los minutos para que se desatara la locura de los rafaelinos en Santiago, festejando largamente el triunfo y la llegada a la tercera categoría del fútbol argentino, luego de 12 años de espera.