El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió este martes por cerca de dos horas al enviado del papa Francisco para la paz en Ucrania, cardenal Matteo Zuppi, con quien conversó acerca de la situación en ese país invadido por Rusia, se informó oficialmente. Biden y Zuppi «discutieron los esfuerzos de la Santa Sede para brindar ayuda humanitaria para abordar el sufrimiento generalizado causado por la continua agresión de Rusia en Ucrania», informó la Casa Blanca en un breve comunicado.
También conversaron acerca de «la defensa del Vaticano para el regreso de los niños ucranianos deportados por la fuerza», según el documento, publicado en la página web de la Casa Blanca.
La nota resaltó que Biden «compartió sus deseos para la continuación del ministerio y el liderazgo mundial del papa Francisco y dio la bienvenida a la reciente nominación de un arzobispo de Estados Unidos como cardenal».
La reunión, que se realizó esta noche, duró casi dos horas, informaron periodistas acreditados en la Casa Blanca, según la agencia de noticias ANSA.
Zuppi, que es arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, llegó el lunes a Washington y permanecerá hasta miércoles, según anunció la Santa Sede.
La visita del purpurado, de 67 años, tiene lugar «en el contexto de la misión de promoción de la paz en Ucrania», anticipó el Vaticano.
Asimismo, «tiene como objetivo intercambiar ideas y puntos de vista sobre la trágica situación actual y apoyar iniciativas humanitarias para aliviar el sufrimiento de las personas más afectadas y frágiles, especialmente los niños», agregó la nota.
El 20 de mayo pasado, la oficina de prensa de la Santa Sede anunció que Francisco había encargado a Zuppi una «misión que ayudará a aliviar las tensiones» en Ucrania.
El pasado 20 de mayo, el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, anunció que el papa Francisco había encargado a Zuppi llevar a cabo una «misión que ayudará a aliviar las tensiones» en Ucrania.
En ese contexto, el cardenal estuvo el 5 y el 6 de junio en Bucha y Kiev, Ucrania, y del 28 al 30 del mismo mes en Moscú, donde conversó con autoridades civiles y religiosas.
