«Se desestima esencialmente la acción interpuesta por Google», sostuvo en su fallo el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) que, sin embargo, consideró «adecuado» reducir el valor de 4.300 millones de euros a 4.125 millones.
Pese al recorte, la multa sigue siendo la mayor en la historia de la UE.
Google se mostró decepcionado con la decisión del TGUE y aseguró que al contrario de lo que sostiene el fallo, el sistema Android «ha generado más opciones para todos (…) y brinda soporte a miles de negocios exitosos en Europa y en todo el mundo».
La Comisión Europea (CE, el ejecutivo de la UE), por su parte, aseguró que la Corte había confirmado «ampliamente» que Google había «impuesto restricciones ilegales (…) para consolidar la posición dominante», en especial de su motor de búsquedas en la red Internet.
«Google no podrá imponer su voluntad a los fabricantes de teléfonos celulares» que usan el sistema Android, celebró Thomas Vinje, abogado de FairSearch, una organización que nuclea a firmas competidoras de Google, citado por la agencia de noticias AFP.
Google todavía puede apelar ante el tribunal supremo de la UE, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, para tener la última palabra sobre la multa.
Antecedentes
El proceso por el sistema Android es el tercero de dos casos importantes presentados contra Google por el equipo de la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
En 2017 la CE había aplicado una multa de 2.400 millones de euros a la empresa por prácticas anticompetitivas en el mercado de comparación de precios.
Dos años más tarde, en 2019, multó a Google en 1.500 millones de euros por infracción a las normativas europeas sobre competencia por su brazo de publicidad en línea AdSense.
Además, Google enfrenta otra multa en Corea del Sur por utilizar sin consentimiento datos privados para publicidad personalizada.
La Comisión de Protección de Información Personal surcoreana multó este miércoles colectivamente a Google y Meta con más de 71 millones de dólares, una multa récord en este país.
Las investigaciones llevadas a cabo sobre los dos gigantes tecnológicos norteamericanos revelaron que «colectaron y analizaron datos de sus usuarios, monitoreando el uso que hacían de websites y aplicaciones» sin haber informado «claramente a los usuarios surcoreanos sobre estas prácticas ni solicitar previamente su consentimiento».
En consecuencia, Google fue multado con el equivalente de 49,7 millones de dólares y Meta con 22,1 millones.