Los enfrentamientos en el sector norte de la ciudad de Rafaela, en particular en Barrio Barranquitas, no dan tregua y generan creciente preocupación entre los vecinos, quienes reclaman medidas inmediatas para garantizar la seguridad y la tranquilidad de las familias que viven en la zona.
Rafaela Noticias se acercó hasta el lugar de los hechos, en calle Ciudad Esperanza y Carlos Gardel, para dialogar con una vecina que accedió a relatar su experiencia. Por razones de seguridad, la mujer prefirió no brindar su nombre.
“Yo estaba bañándome y sentí que gritos salían afuera, personas tirando piedras y golpes. El pibe que causa problemas nunca nos deja tranquilos, tira piedras a la gente que pasa y rompe cosas. Ya estoy cansada, esto hace más de un año que sucede”, relató la vecina, visiblemente afectada.
El problema, según explicó, involucra a un grupo reducido de personas que, pese a detenciones previas y prisiones domiciliarias, continúa generando disturbios y amenazas en el barrio. “Quieren mi casa, pero no se la voy a dar. Vienen por orden de otra persona, pero no cederé”, aseguró, señalando que el conflicto tiene también un trasfondo delictivo vinculado a la venta de drogas.
La vecina denunció reiteradas veces la situación ante las autoridades, pero asegura que las respuestas fueron insuficientes. “He hecho más de 70 denuncias, con pruebas, videos y fotos. Incluso ahora tengo material que muestra cómo actuó la policía ayer, tirando sin mirar, lastimando a menores y personas que no tenían nada que ver”, sostuvo.
El conflicto dejó consecuencias visibles en el barrio: portones con señales de balas y cascotes, y familias que viven con temor y estrés permanente. “Todos los vecinos están cansados, nadie quiere más problemas. Lo único que queremos es vivir en paz”, manifestó la vecina.
Ayer, la intervención policial logró disuadir los disturbios, pero no sin incidentes: un menor de 12 años recibió el impacto de una bala de goma mientras se encontraba en la vía pública. Este hecho refleja la urgencia de implementar medidas preventivas y acciones efectivas para evitar que la violencia continúe afectando a familias inocentes.
“Lo único que va a solucionar esto es que actúen donde corresponde y que quienes generan problemas sean removidos del barrio o que la policía cumpla su rol como debe. Yo siempre presenté pruebas, nunca me presenté sin evidencia”, concluyó la vecina.
