Este lunes 2 de junio de 2025, el Monte Etna, ubicado en la isla italiana de Sicilia, entró en erupción, sorprendiendo a cientos de turistas que se encontraban en sus cercanías. La erupción generó columnas de humo, flujos de lava y material piroclástico en la ladera sureste del volcán.
Según el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) de Italia, la actividad volcánica comenzó en la madrugada del lunes a una altura de 2.800 metros, presentando características estrombolianas, es decir, explosiva pero de energía moderada. Se observan flujos de lava, gases y temblores, reflejando un incremento significativo en la actividad sísmica.
La erupción provocó la emisión de una nube de ceniza que alcanzó los 6.400 metros de altura, lo que llevó al Centro de Aviso de Cenizas Volcánicas de Toulouse a emitir una alerta roja para la aviación. A pesar de la magnitud del evento, el aeropuerto de Catania ha mantenido sus operaciones con solo algunos retrasos menores.
Las autoridades locales han instado a la población y a los turistas a respetar las prohibiciones de acceso a ciertas áreas del volcán y a mantenerse a una distancia segura de los flujos de lava. En los últimos días, muchos turistas han resultado heridos por acercarse demasiado al volcán, obligando a intervenir a los servicios de emergencia.

La historia de un gigante
Su historia eruptiva documentada se remonta a más de 2.500 años, aunque su origen geológico se estima en unos 500.000 años. El Etna ha sido testigo de innumerables erupciones a lo largo de los siglos, con ciclos de actividad que varían entre erupciones efusivas (lentas y constantes) y explosivas (más violentas).
Fue mencionado por historiadores griegos y romanos, incluyendo a Tucídides y Virgilio, y ha influido en la mitología antigua. En la mitología griega, se creía que el dios Hefesto (Vulcano) forjaba sus armas en las profundidades del Etna.
A pesar del riesgo constante, el Etna ha sido habitado desde tiempos antiguos gracias a la fertilidad de sus suelos volcánicos, ideales para cultivos como la vid, los cítricos y el olivo. Las poblaciones de sus laderas conviven con el volcán, que ha destruido pueblos enteros en ocasiones, pero también ha ofrecido recursos naturales y turísticos.

Erupciones destacadas
1669: una de las erupciones más destructivas, con flujos de lava que alcanzaron Catania.
1991-1993: una larga erupción que puso en peligro varias localidades.
2001, 2002 y 2017: episodios recientes de gran magnitud.
2021 en adelante: el volcán ha mantenido una actividad intermitente con frecuentes explosiones, ceniza y lava.