En una calle del barrio Barranquitas, donde la solidaridad parece florecer entre dificultades, Marta Solís se prepara con entusiasmo para celebrar el Día del Niño en el merendero “Dar de Corazón”, un espacio comunitario que funciona gracias a su incansable trabajo y el compromiso de madres colaboradoras.
La celebración será el 30 de agosto en la calle Progreso 278, donde cerrarán la calle para recibir a los chicos con castillos inflables, snacks y un almuerzo especial. Pero para poder concretar esta fiesta, Marta necesita ayuda: juguetes, harina, huevos e insumos para hacer bizcochuelos y pizzas.
“Las mamás del comedor colaboran entre todas para pagar los castillitos, porque quieren que los chicos tengan su fiestita”, contó Marta durante una entrevista realizada por Rafaela Noticias en el marco del programa Bien Despiertos.
Un merendero que late con esfuerzo
Marta recibe a 120 mamás y 220 niños, a quienes entrega viandas una o dos veces por semana, dependiendo de las donaciones que recibe. “Yo cocino según lo que consigo. A veces me dona la carnicería El Rey de la Carne o la pollería San Ignacio. Si tengo suficiente, cocino dos veces por semana. Si no, una sola”, explicó.
Además, gracias al apoyo vecinal, recicla todo lo que puede para generar ingresos: “Salgo en bici con un carrito, junto latitas, hierros… todo lo que se pueda vender para comprar verduras.”.
Hasta hace poco, contaban con ayuda de la Municipalidad, pero la entrega de insumos fue suspendida. “Nos avisaron que por un problema no nos van a entregar más insumos por el momento. No entendí bien, pero ahora está todo parado”, lamentó.
Donaciones que cambian vidas
Además de la comida, Marta organiza la entrega de ropa, calzado y muebles a familias que lo necesitan. “Ayer me donaron un ropero y se lo di a una chica que recién se vino a vivir a Rafaela con su criatura. Cuando hay criaturas o abuelos, siempre tienen prioridad”.
También ayuda en la reparación y entrega de bicicletas, junto a un vecino que colabora con los arreglos: “Ayer regalé una bici. La gente a veces tiene bicicletas que no usa más, yo se las llevo, las ponen en condiciones y las entregamos a quienes lo necesitan”.
Para garantizar la transparencia, comparte fotos de las entregas. “Muchos me critican porque saco fotos, pero es necesario para que vean que realmente dono las cosas”.
Cómo colaborar
Para quienes deseen colaborar con este noble gesto solidario, Marta dejó sus vías de contacto:
Dirección: Calle Progreso 278, Rafaela
Teléfono: 418183
Facebook: Dar de Corazón
“Me motivan los niños y los abuelos”, resumió Marta con una sonrisa. Y con esa motivación, sigue adelante, pedaleando con su carrito, organizando colectas y haciendo lo imposible para que los más pequeños vivan una infancia más feliz, incluso en medio de las carencias.