Durante su informe de gestión ante la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete Guillermo Francos anunció que el Gobierno nacional avanza con una actualización en la metodología con la que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) calcula el Índice de Precios al Consumidor (IPC). El cambio responde a la necesidad de adecuar el relevamiento a los hábitos actuales de consumo de la población argentina, que se han transformado significativamente en las últimas décadas.
Francos explicó que el INDEC ya finalizó en marzo de este año todos los desarrollos técnicos y metodológicos del nuevo IPC, incluyendo las consultas y pruebas necesarias para su implementación. Según detalló, en este momento el organismo se encuentra a la espera de los avales institucionales para dar inicio a una campaña de sensibilización y alfabetización que permita comunicar y explicar la nueva metodología a la ciudadanía.
Uno de los principales objetivos de la actualización es modificar la ponderación de los bienes y servicios incluidos en el cálculo de la inflación, que hasta el momento continúa basándose en un esquema que data del año 2004. Esto implica que el índice actual no refleja con precisión los patrones de consumo actuales, marcados por cambios en los ingresos, en los hábitos de compra y en la disponibilidad de productos y servicios.
“El INDEC continúa realizando los análisis técnicos en torno a la estabilidad de los precios para asegurar el cumplimiento de las recomendaciones internacionales y garantizar que las modificaciones no se introduzcan en períodos atípicos”, expresó Francos durante su presentación.
No obstante, desde el organismo aclararon que aún no hay una fecha definida para la difusión de los nuevos resultados, lo que indica que el proceso de implementación todavía podría demorar algunas semanas o meses.
Este anuncio llega en un contexto donde la inflación sigue siendo uno de los temas centrales de la agenda económica. Según los últimos datos oficiales, en marzo el índice registró una suba del 3,7%, marcando una desaceleración respecto a meses anteriores, aunque algunos productos como alimentos y bebidas continúan con aumentos por encima del promedio. En ese mismo mes, el consumo de carne cayó un 2,7%, alcanzando su nivel más bajo en 30 años, lo que también refleja la modificación en las decisiones de consumo de las familias argentinas.
El presidente Javier Milei, por su parte, volvió a referirse al tema en redes sociales y afirmó que “la inflación no tiene ningún otro destino que colapsar”, en línea con las proyecciones del Gobierno de una desaceleración sostenida del índice durante el segundo trimestre del año.
