El gobierno nacional anunció -en base a la ley sancionada a instancias del Frente de Todos- que las jubilaciones en junio aumentarán un 21% por aplicación de la fórmula de movilidad. A eso, mediante la discrecionalidad del decreto y más allá de la norma, la Casa Rosada le agregó un bono de $15.000 en junio, $17.000 en julio y $20.000 en agosto, todo en medio de un proceso inflacionario y al mismo tiempo electoral.
“El gobierno usa estas altas variaciones nominales sobre las jubilaciones para promocionar una supuesta sensibilidad con los jubilados. La pregunta que cabe hacerse es si las jubilaciones efectivamente le están ganando a la inflación”, planteó el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) en su último informe.
Tomando los datos de la ANSES sobre evolución de las jubilaciones y los bonos otorgados, Idesa apuntó que “el haber jubilatorio promedio en junio del 2023 será un 18% inferior en términos reales al valor que tenía en diciembre del 2019, cuando el gobierno asumió.
“El haber mínimo, gracias a que es suplementado con los bonos, estará en junio prácticamente al mismo nivel que diciembre del 2019. Asumiendo que la inflación se mantiene en 8% mensual, en agosto del 2023 las jubilaciones serán un 30% inferior y la mínima un 10% inferior a diciembre del 2019”.
Cuando anunció el último incremento, Sergio Massa dijo que “nuestra responsabilidad es garantizar la vigencia de la fórmula y además fortalecer el ingreso para mejorar la situación frente a la inflación de jubilados y trabajadores”.
Junto a Fernanda Raverta, el titular de la cartera económica resaltó entonces que “a lo largo del año, el aumento para jubilados de la mínima ha sido del 130% interanual. En términos reales, la recuperación del ingreso ha sido del 7%”.