Este 9 de julio, en el marco del 209° aniversario de la Independencia Argentina, se celebró en la Catedral San Rafael un solemne Tedeum presidido por Monseñor Pedro Torres. El acto litúrgico contó con la presencia de diversas autoridades provinciales y municipales, entre ellas la vicegobernadora Gisela Scaglia, en lo que fue su primera participación en esta celebración como funcionaria.
Con un tono reflexivo y profundo, el obispo centró su homilía en la necesidad de recuperar el silencio interior como camino hacia la sabiduría y, especialmente, en el ámbito de la política. “El bien no hace ruido y el ruido no hace bien”, expresó, citando a un anciano sabio, e invitó a los presentes a cultivar el “silencio del ego” como una forma de construir juntos una sociedad más justa y plena.
En una alusión directa a la actualidad provincial, Torres hizo referencia al proceso de reforma constitucional que se abre camino en Santa Fe. “Este momento histórico, en que se quiere volcar en un marco jurídico con mirada profética los caminos que lleven a plenitud la vida de los santafesinos del siglo XXI, requiere silencio, meditación, vigilancia y oración humilde”, afirmó.
El obispo también rescató el valor del trabajo en equipo y criticó las prácticas individualistas que reducen la política a espectáculo. “El silencio del ego, en el mundo político, requiere no hacer las cosas solos, sino en equipos de trabajo… para encontrar un servicio político hacedor y educador en la verdad y la libertad, en la paz y la justicia.”
En ese sentido, propuso alejarse de las “ambiciones de dominio” para dar lugar al diálogo respetuoso, a la escucha activa y al encuentro con el otro como fuente de enriquecimiento mutuo. Y citó al Papa Benedicto XVI para ampliar la noción de justicia: no solo como dar a cada uno lo suyo, sino también dar lo que cada uno necesita.
La homilía culminó con una oración por el don del discernimiento, inspirada en palabras del Papa Francisco, y un deseo ferviente: que el Espíritu Santo guíe a los santafesinos y a quienes tienen la responsabilidad de gobernar, para construir una Constitución que dé espacio a todos y busque el bien común.
“Silenciar en nosotros el ego implica tocar el núcleo de nuestra infinita dignidad humana”, sostuvo Torres, dejando un mensaje claro en este Día de la Independencia: una patria libre y justa no se construye desde el ruido ni la vanidad, sino desde el amor, el diálogo y la comunión.