Una discusión por dinero. Ese habría sido el disparador del crimen de Federico Orellano, en la madrugada del sábado, por el que este martes fue acusado formalmente Santiago O., un hombre de 32 años con frondos antecedentes policiales.
Santiago O. y la víctima estaban compartiendo una velada de madrugada el sábado 24 en un domicilio de calle Deán Funes. Integraban un grupo de personas, entre las cuales había también por lo menos dos personas que son medio hermanos del imputado. La discusión subió de tono y Santiago O., que estaba increpando a Federico, la terminó de la peor manera: fue hasta el cajón de un mueble y extrajo un arma de fabricación casera, con la que primero golpeó a Orellano en la cabeza y luego le disparó a corta distancia, en la zona abdominal, en un tiro que fue de izquierda a derecha y de abajo y que le provocó lesiones mortales al adolescente.
El homicida, que tiene antecedentes como una persona sumamente violenta, sacó el cadáver de Orellano a la vereda, al parecer ayudado por otro integrante del grupo que formaba parte del encuentro de madrugada. Esa fue la hipótesis que planteó la fiscal Fabiana Bertero en la audiencia imputativa, desarrollada en presencia del acusado; del abogado defensor Carlos Flores y del juez Javier Bottero. Bertero no abundó en detalles, por lo que no se sabe si también en algún momento imputará a quien ayudó a sacar el cadáver de Orellano a la vereda, donde finalmente fue hallado poco después.
Además del homicidio agravado por el uso de arma de fuego, Bertero imputó a Santiago O. por otros dos delitos. El primero, amenazas coactivas. Según la fiscal, luego del hecho los presentes en el encuentro -una media docena de personas aproximadamente-, todos testigos directos de lo ocurrido, se dirigieron al domicilio de Santos Vega al 200, que pertenecería a una media hermana del acusado. En esas circunstancias, el presunto homicida habría ingresado al domicilio amenazando de muerte a los presentes si alguien iba a la policía a contar lo ocurrido, e incluso también habría amenazado con llevarse por la fuerza a una beba de 5 meses, a la sazón sobrina suya, ya que la beba es hija de su media hermana.
Santiago O. fue detenido poco después del mediodía del mismo sábado 24. Trasladado por efectivos de la Agencia de Investigación Criminal, también la emprendió contra éstos: les tiró algunos cabezazos y les advirtió que cuando quedara libre iría por la revancha. «Putos, sáquenme las esposas y van a ver lo que les hago», les dijo. Bertero también lo imputó por el delito de resistencia a la autoridad.
La situación del imputado es muy complicada y este miércoles se conocerá la decisión del juez Bottero, tras la realización de la audiencia de medidas cautelares.
