Un cerco en el predio con el movimiento de suelos completado, el obrador ya instalado, los primeros materiales acopiados. Esas fueron las señales que se vieron en el predio ubicado en Avenida Gabriel Maggi y Geuna, donde la empresa Cormorán comenzó a ejecutar el proyecto de levantar una nueva sucursal de Supermercados Pingüino para atender a un populoso sector de la ciudad que comprende los barrios del noroeste rafaelino.
Como se sabe, el camino de esta iniciativa fue largo y tuvo pasos administrativos muy importantes. Es que el proceso incluyó la presentación de un proyecto enmarcado en la ordenanza de iniciativa privada en el Concejo, necesario para conseguir la transferencia de los terrenos ubicados en esa locación, que pertenecían al Instituto Municipal de la Vivienda. Esa ordenanza, a grandes rasgos, genera un mecanismo a través del cual un privado puede presentar una iniciativa que resulte de interés público, tras lo cual el proceso se abre -con participación del Concejo Municipal en todas las isntancias para la sanción de las normas legales correspondientes, que van desde la declaración de interés de la iniciativa hasta el proceso de adjudicación definitiva del proyecto- a cualquier particular que desee presentar un proyecto similar, contando el iniciador en la puja posterior con ventajas precisamente por su carácter de iniciador.
En marzo de 2018 Cormorán SA presentó al IMV una propuesta a los fines de conseguir la cesión de seis terrenos destinados a la construcción de la sucursal, obligándose la empresa al mismo tiempo y como forma de pago de los terrenos, a construir, en un predio lindante también perteneciente al IMV, 4 unidades habitacionales tipo dúplex.
Los terrenos a ceder a Cormorán SA son los números 34, 35, 36, 37, 38 y 1 ubicados en calle Geuna (entre Carrero Podio y Gabriel Maggi), siendo los mismos aceptados por la citada empresa.
La donación de los terrenos se realizó en el marco de la ordenanza 2857 y la licitación pública dispuesta por el decreto 49.909, como contraprestación por la ejecución a cargo de Cormorán SA de las cuatro unidades habitaciones tipo dúplex, tras lo cual Cormorán debió ante la entidad donante los certificados de finales de obra y las llaves respectivas, en forma previa a la suscripción de la escritura traslativa de dominio de los terrenos donados e indicados, contando previamente la empresa donataria con la tenencia de los mismos. Todo eso ya ocurrió y ahora Cormorán, con la propiedad del predio en su poder, comenzó las tareas para ejecutar las obras.
La sucursal tendrá características similares a las construidas en Aristóbulo del Valle y Luis Fanti por el estudio del arquitecto Walter, con una inversión del orden de los 100 millones de pesos. Permitirá crear entre 15 y 20 empleos directos y dotará a ese populoso sector de la ciudad de una importante boca comercial.