La conferencia de prensa que realizaron en la mañana de este jueves los integrantes de la CGT Rafaela adquirió tonos fuertes cuando se trató de abordar la realidad local. Hubo reflexiones fuertes de parte de Roberto Oesquer, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica y de la Regional local de la central obrera; y de Marcelo Lombardo, titular del Sindicato de Obreros de la Industria del Vestido de la Argentina (SOIVA).
Además de sus roles en la mesa chica de la conducción cegetista local, los dos son representantes de gremios que están en la primera línea de víctimas de la crisis. Lombardo tuvo que firmar en marzo un procedimiento preventivo de crisis para la principal empresa del sector en la región, la fábrica de colchones Limansky, cuyo derrumbe de ventas provocó que tuviera que adelantar vacaciones y cerrar la fábrica durante una semana por mes, garantizando el pago de salarios pero sin generar producción. Y Oesquer sigue la linea de la UOM nacional, con Gabriel Furlán a la cabeza, que fue el primer gremio en vincularse con la principal cámara empresaria del sector a nivel nacional -la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), a la cual está asociada la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Rafaela, y que tiene a industriales locales sentados en la mesa directiva nacional-, para plantar bandera en contra de la Ley Bases. Y especialmente en el capítulo referido al Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), al que la industria nacional manufacturera ve como una sentencia de muerte por los obscenos beneficios que otorga a los potenciales inversores extranjeros, contra la abrumadora carga de costos que afrontan las pymes nacionales.
Este jueves los dos dirigentes salieron con los tapones de punta. «Sí, nos llama la atención el silencio del empresariado local», sentenció Oesquer cuando se le preguntó sobre el tema, luego que citara la postura de ADIMRA. Los dirigentes locales no sólo repasaron una larga lista de aspectos negativos de la Ley Bases, sino que destacaron el perjuicio que ocasionará a las pymes la consagración de los principios que persigue esa ley. «No hay que confundirse, hay que ser claros: si no peleamos antes de que las cosas pasen, una vez que esto avance, ¿con qué lo vamos a afrontar? Esto va hacia la destrucción de la industria nacional», aseguró.
«Nos va a afectar a todos»
Oesquer profundizó, en referencia a la falta de pronuciamiento del sector gremial empresario rafaelino sobre el modelo que propone la ley Bases. «parece que por ahí hay una forma de ver las cosas y que si los reclamos los hace un determinado sector político se sienten más cómodos. Lamentablemente lo que está pasando ahora es muy difícil, muy delicado. Por eso insisto en lo que hace ADIMRA. Las empresas de Rafaela (metalúrgicas) están casi todas adheridas a ADIMRA. Y parece que acá a las industrias esto no las va a afectar, y sí que las va a afectar».
Fue más lejos el dirigente metalúrgico: «va a afectar a las industrias, a la ciudad y a quien comanda la ciudad (por el intedente Leonardo Viotti). A ver, más allá de que se pusieron contentos de que ganó este presidente, las cosas no están yendo bien. Les tiene que quedar claro. Entonces hay que trabajar y pelear todos juntos. Los llamamos a que se despierten y trabajemos en conjunto para pelear por la defensa de la industria de Rafaela». Y remató: «Ya hay en las empresas locales y de la región corte de horas extras, adelanto de vacaciones, suspensiones. Y lo peor está por venir. No se asombren de cómo va a evolucionar esto», planteó.
Marcelo Lombardo también fue durísimo en sus consideraciones. «Nos llenan de calificativos, ninguno bueno ni lindo: que somos apretadores, patoteros, extorsionadores y no sé cuantas cosas más porque decretamos un paro. Me pregunto qué serían los empresarios que amenazan a los trabajadores con modificarle sus condiciones de empleo, con descontarles sueldos, premios, y hasta con el despido, si hacen paro. No sólo los empleadores privados, también lo hace el Estado ahora».
«Silencio cómplice»
«Cuando hay situaciones de crisis -reflexionó-, hay instrumentos contemplados en las leyes para preservar los puestos de trabajo y tratar de encontrar alguna salida. En esos momentos el sector empresario nos busca: cuando hay que modificar derechos laborales que le asisten a los trabajadores en una relación laboral, ahí el sector empresarial convoca a las organizaciones gremiales. Nos piden responsabilidad y que colaboremos en la paz social y sostener los puestos de trabajo. Creemos que eso es importante, pero de la misma manera le solicitamos ahora al sector empresarial otro tipo de actitud ante las situaciones que estamos viviendo», exigió el dirigente de SOIVA.
Lombardo tamién rescató la actitud de ADIMRA a nivel nacional, donde industriales de todo el país y dirigentes obreros de la UOM coinciden en la lectura de los efectos de la ley Bases. «A nivel local vemos un silencio cómplice. Es necesario que la gente sepa y conozca lo que se está llevando adelante, intentando avanzar con una ley ómnibus cuyo detalle la mayoría desconocemos, porque sí sabemos las líneas generales, pero los detalles los desconocemos, porque todo se trata a libro cerrado, entre gallos y medianoche».