En los próximos días, el centro y norte del país experimentarán un ambiente cálido y húmedo debido a la persistente circulación de vientos del norte, que mantendrá temperaturas elevadas y la formación de fenómenos aislados de inestabilidad. Sin embargo, a partir del 19 de septiembre, la llegada de un frente frío provocará un cambio significativo: se esperan lluvias generalizadas, tormentas y un marcado descenso térmico.
Previo a esa fecha, las precipitaciones serán esporádicas y de corta duración, afectando de manera puntual algunas zonas del NEA y del litoral. No se descartan episodios fuertes, aunque localizados.
Tormentas y lluvias intensas: áreas más afectadas
El foco principal se centrará en la provincia de Buenos Aires, especialmente en la región central y la cuenca del Salado, donde los suelos ya presentan un alto nivel de saturación por las lluvias recientes. Esto podría generar anegamientos y complicaciones para la actividad agropecuaria e infraestructura. El avance del frente también favorecerá tormentas acompañadas de ráfagas de viento y descargas eléctricas, por lo que se recomienda mantener la atención ante posibles condiciones adversas.
El sistema frontal continuará desplazándose hacia el litoral y el noreste argentino, llevando el riesgo de precipitaciones importantes a gran parte del centro y norte del país y marcando un quiebre en el patrón climático actual.
Rotación de vientos y caída de temperaturas
Hasta el 19, los vientos del norte sostendrán las altas temperaturas, típicas de la primavera, y la elevada humedad favorecerá la inestabilidad. Con el ingreso del frente frío, los vientos cambiarán al sector sur, provocando ráfagas y la llegada de aire más frío. Se prevé un descenso térmico notable, que incluso podría generar heladas en el sur de la región pampeana, afectando especialmente a Buenos Aires, La Pampa y el sur de San Luis.
Así, el inicio de la primavera estará marcado por un brusco contraste: primero tormentas y lluvias intensas, y luego un enfriamiento que interrumpirá los días cálidos. El comportamiento del clima en las próximas semanas será determinante para la transición hacia la nueva estación.