Un hecho inusual se registró en la madrugada de este martes en un domicilio de Miguel Cetta al 1700, en el barrio 2 de Abril, cuando la gran mayoría de los vecinos se encontraban entregados al descanso. La familia que vive en el domicilio escuchó un intenso ladrido de perros en el patio de la vivienda y fue allí que una de las hijas se dio cuenta que en el interior del patio había una persona pidiendo ayuda desesperadamente.
Se trataba de un menor -de edad no punible, es decir que no cumplió 16 años-, de varios antecedentes policiales y presuntamente con problemas de adicciones, quien con bastante frecuencia suele merodear los patios del barrio en busca de elementos para sustraer. Pero en este caso se encontró con una jauría de dogos: se trata de cuatro perros que la familia tiene en su casa, los que sorprendieron al intruso y lo atacaron con ferocidad.
El menor sufrió heridas de consideración en brazos, piernas y cuero cabelludo. Las fotografías que circulan en redes sociales son muy elocuentes sobre la magnitud del ataque y realmente causan una impresión muy fuerte al observar los efectos de las mordeduras en la piel y la musculatura del chico que había ingresado al patio ajeno.
Por el carácter no punible del menor éste, una vez sometido a las curaciones de rigor, fue entregado a sus progenitores, aunque existe una causa abierta por violación de domicilio.