Este lunes a las 16 horas un joven que suele andar mendigando en barrio San José, aprovechó la oportunidad para robarse la funda del asiento de una moto estacionada en la primera cuadra de calle Peterlín. Golpeó las manos, miró varias veces para todos lados advirtiendo que no pasaba nadie por la calle, y finalmente se apropió ilegítimamente del elemento mecionado. La preocupación de los vecinos es porque hay un grupo de personas (entre 10 y 15 jóvenes) que circulan durante todo el día por el barrio y, con la excusa de pedir «lo que sea», miran las viviendas y los movimientos de sus propietarios, aprovechando cualquier situación para robar. Vienen de otro sector de la ciudad, y se los suele ver afectados por las adicciones.
